Maduro ha encontrado una nueva manera de presionar a sectores contarios al chavismo. Primero lo hizo con los principales diarios del país, sobre todo los críticos, a los que ha puesto en una situación límite que les impide importar papel para imprimir sus ediciones diarias. Varios han cerrado y otros han recortado notablemente el número de páginas.
Ahora, lo hará con el combustible. Así, el ministro de Petróleo y Minería de Venezuela, Rafael Ramírez, anunció este viernes a través de su cuenta de Twitter que el Gobierno suspenderá el suministro de combustible "en las zonas bajo el asedio fascista a fin de preservar la seguridad de todos".
Ramírez explicó que "se tiene información de que las bandas fascistas pretenden atacar las estaciones de servicio y el transporte de combustible". Por eso advirtió que "toda Petróleos de Venezuela SA (PDVSA) está en alerta ante los planes del fascismo de atacar estaciones y transportes". El también presidente de PDVSA denunció que "a las bandas fascistas, desesperadas en su violencia, no les importa afectar al ciudadano. (…) "Tomaremos todas las medidas para preservar la paz".
Aunque no mencionó las zonas en cuestión, el diario El Universal cree que el Gobierno podría tener en su mira los estados de Táchira, Carabobo, Mérida, Bolívar, o la ciudad de Caracas. En el primero de ellos existen informaciones de fuertes enfrentamientos y protestas contra el gobierno nacional y local, y en los últimas horas han sufrido el corte de servicios como el internet y la luz eléctrica, con el claro objetico de dejarlos incomunicados.