La situación en el estado de Michoacán es grave, con enfrentamientos directos entre las "autodefensas" y los miembros de los Caballeros Templarios. La violencia es tal que el Gobierno del presidente Enrique Peña Nieto se ha visto obligado a desplegar a las fuerzas federales y crear el cargo de comisario federal de Seguridad de Michoacán.
La principal novedad es que en una semana el Ejecutivo ha logrado regularizar a unos 500 miembros de las autodefensas de Michoacán para incorporarlos a los Cuerpos de Defensa Rurales. Además, los que han encabezado este proceso son dos de los líderes: Estanislao Beltrán e Hipólito Mora. EL primero de ellos afirmó que el movimiento siempre ha estado de acuerdo en trabajar con el Gobierno federal para terminar con la inseguridad en el estado: "Ya estamos dándole la formalidad que se le debe dar y nosotros vamos a poner el ejemplo de que queremos en realidad nuestra seguridad, la seguridad de nuestros pueblos, de nuestros municipios y de nuestro estado".
Por su parte, Hipólito Mora expresó su satisfacción por el hecho de que ya esté en marcha este proceso de regularización: "Vengo aquí a registrar un arma con ellos para quedar como defensa rural. La mayoría quiere participar; hay unos que no, no entiendo por qué, pero la mayoría sí quiere".
Armas de los cárteles
Sin embargo, no todos ven con buenos ojos este proceso de acercamiento entre el Gobierno y las autodefensas, en especial después de que varios detenidos aseguraran que este grupo recibió armas del cártel de Jalisco Nueva Generación. Esto ha provocado la apertura de una investigación oficial dirigida por el procurador general de la República, Jesús Murillo Karam.
El funcionario señaló que tiene "evidencias" de que dicho cártel habría entregado armas a las autodefensas, con el supuesto objetivo de apoyar la lucha en sus respectivas provincias contra el cártel rival de Los Caballeros Templarios, que controlan el tráfico de drogas en este estado mexicano.