En el año 2008, Perú presentó una demanda ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya (CIJ) –máxima instancia judicial de la ONU– para que fije unos límites marítimos con Chile que, según su punto de vista, no estaban definidos, algo que Santiago daba como ya establecido con diferentes tratados.
Después de seis años, finalmente la Corte emitió su fallo –que es inapelable y debe ser acatado por las partes– en medio de una gran expectación tanto del Perú como de Chile, dos países con grandes relaciones comerciales en la actualidad pero que en su pasado tuvieron varios conflictos, entre ellos la Guerra del Pacífico (1879-1884), en la que Perú perdió parte de su territorio y Bolivia su acceso al mar.
La sentencia ratifica la actual frontera marítima entre Chile y Perú en las 80 primeras millas en paralelo desde la costa y concede nueva soberanía a Perú trazando una nueva línea fronteriza oblicua en dirección suroeste desde que terminan estas 80 millas hasta el límite del dominio marítimo, a 200 millas de la costa. De acuerdo al fallo leído por el presidente de la CIJ, Peter Tomka, se reconoce una frontera desde la referencia conocida como Hito 1 siguiendo el paralelo desarrollado hacia el oeste a partir de ese punto, pero sólo hasta 80 millas mar adentro.
Satisfacción de Perú, fastidio de Chile
Poco más de una hora después de conocerse la sentencia, los presidentes de ambos países se pronunciaron en discursos que fueron retransmitidos por gran parte de las cadenas de televisión y radio.
Para el presidente de Chile, Sebastián Piñera, se "ha confirmado en lo sustancial los argumentos de la posición chilena" y "Chile mantiene la casi totalidad de sus derechos de pesca y totalmente los de nuestros pescadores artesanales". Sin embargo, consideró "una lamentable pérdida para Chile" que la sentencia establezca en favor de Perú una cesión de la zona económica exclusiva comprendida entre las 80 y las 200 millas y que calculó entre 20 mil y 22.500 km2.
Por su parte, el peruano Ollanta Humala expresó su satisfacción por el fallo y afirmó que con ello se culmina la definición de los límites de su país. Con dicha decisión de la CIJ, apuntó, se procede "al establecimiento de un límite que reconoce un espacio que en forma preliminar se puede calcular en 50.000 kilómetros cuadrados de derechos soberanos del Perú". El presidente dijo que "el Perú se siente complacido del resultado de esta opción de paz, en plena consonancia con los principios y propósitos fijados en el Carta de las Naciones Unidas (…) estableciendo de manera definitiva, pacífica y conforme al derecho internacional el límite marítimo entre ambos estados".
Otra de las opiniones que se esperaban era la de Michelle Bachelet, la presidenta electa de Chile que tomará posesión en marzo. Para ella, "el fallo significa que no hemos perdido soberanía sobre el mar territorial chileno, o sea, no hay traspaso alguno de soberanía territorial de Chile hacia Perú".
La molestia chilena demostrada por Piñera acerca de la zona económica exclusiva se hizo pública en primera instancia con las declaraciones del agente chileno en La Haya pocos minutos después de la lectura de fallo. Alberto Van Klaveren lamentó "profundamente" la decisión ya que, desde su punto de vista, "carece de fundamento".
Mucho más tranquilo se mostró el agente peruano, Allan Wagner, quien mostró su satisfacción por el trabajo realizado: "Me siento orgulloso y honrado de haber presidido un equipo de tan magnífica calidad y patriótica dedicación". Además, agradeció el apoyo "del presidente Ollanta Humala y los expresidentes Alejandro Toledo y Alan García, quienes condujeron este proceso como ejemplar política de Estado durante tres gobiernos democráticos".