En la víspera del 40 aniversario del golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973 dirigido por Augusto Pinochet, el presidente de Chile, Sebastián Piñera, aseguró que lo ocurrido fue un "desenlace previsible" ante la "penosa agonía de los valores de la sociedad chilena". Dijo además que el Gobierno de Salvador Allende acabó con el Estado de Derecho en el país.
Durante un acto institucional en La Moneda, sede del Poder Ejecutivo en Santiago de Chile, y al que no acudió ningún miembro de la oposición, Piñera criticó el golpe y aunque agregó que "el Gobierno de la Unidad Popular reiteradamente quebrantó la legalidad y el Estado de Derecho en Chile".
Sobre lo ocurrido años atrás durante el golpe y el gobierno del dictador Pinochet, el presidente señaló que no se puede "resucitar a los muertos ni recuperar a los desaparecidos", pero sí "alcanzar la verdad", para lo que abogó por que los tribunales sigan investigando a los responsables de las atrocidades del régimen, aunque reconoció que aún hay responsabilidades políticas y morales.
"Muchos de nosotros que pudimos hacer mucho más en la defensa de los Derechos Humanos nos alcanza una cuota de responsabilidad. Estoy seguro que si volviéramos atrás, la inmensa mayoría de los actores se comportaría mucho mejor que antes, durante y después del 11 de septiembre de 1973" apuntó. "Fenómenos como la tortura, o la desaparición forzada, nunca, nunca deben ser justificados sin caer en un grave vacío moral. En otras palabras, el fin jamás justifica los medios", dijo Piñera, quien pidió unidad y defensa de la democracia como sinónimo de progreso.
Por todo esto, el mandatario defendió que la sociedad recuerde las heridas causadas por la dictadura para "permitir que sanen" y "para aprender de esos errores del pasado de manera de nunca repetir". "Es sin duda este el mejor camino, es también lo que quiere la inmensa mayoría de los chilenos, y es el camino por el que está comprometido este Gobierno", aseveró.
Críticas de Bachelet
Por su parte, la expresidenta Michelle Bachelet dijo en otro acto paralelo que "no es cierto que hubiera una guerra civil en ciernes. No es justo hablar del golpe de Estado como un destino fatal e inevitable", ya que "para dar continuidad a la democracia se requería más democracia y no un Golpe de Estado".
La candidata por la coalición de centro-izquierda a las elecciones presidenciales de noviembre subrayó que "debería haberse hecho un solo acto para demostrar que, a cuarenta años, puede haber coincidencias aunque precisó que "falta tener un diagnóstico común de lo que ocurrió y para cerrar bien las heridas, tener una carta constitucional". Para ella "aún tenemos una fractura profunda entre quienes justifican la dictadura y quienes confiamos en la democracia para enfrentar una crisis" y apostilló que "las violaciones de los Derechos Humanos no son justificables".