Uno de los principales críticos de la actual presidencia de Colombia es Álvaro Uribe, expresidente del país que prácticamente entregó en mano el poder –por su público apoyo y los altos niveles de aprobación– a su exministro de Defensa y entonces cercano amigo Juan Manuel Santos.
A través de su cuenta de Twitter, Uribe publicó 89 críticas centradas en el proceso de paz con los terroristas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), en la inseguridad ciudadana y en las políticas económicas. "Tres años de Gobierno Santos, 89 observaciones".
Entre estos mensajes, el expresidente dice que su sucesor "dialoga con las FARC al costo de la seguridad y sin exigir cese verificable. Reconoce a las FARC como actor político a pesar de su accionar terrorista. Ofrece impunidad y elegibilidad a los responsables de las atrocidades de las FARC". Con eso, considera que Santos "ofende el honor militar" y "desorienta a las Fuerzas Armadas" porque "les ordena combatir el terrorismo y sin inmutarse continúa el diálogo con asesinos de soldados y policías". Para Uribe, esto ha permitido fortalecer un fortalecimiento de las FARC: "El número de terroristas de las FARC había bajado aproximadamente de 30.000 a 6.800 y, en lugar de estar en 2.000 sube a 8.000".
También criticó la expansión de las bandas criminales: "Pasan de 2.700 a más de 8.000. No hay contundencia para enfrentarlas" y explicó que ello ha provocado un aumento de la inseguridad ciudadana: "Explosión del 'secuestro express' y de la extorsión"
Asimismo, atacó la política económica de su sucesor en la Casa de Nariño. "Crea incertidumbre en inversionistas y amenaza con afectar la confianza que se había ganado. Dobla retención y aumenta impuestos a clase media asalariada que estigmatiza como ricos. Colombia se estanca y retrocede en índices de competitividad", señaló.
Además de otros temas relacionados con políticas sociales o con las obras en las diferentes ciudades del país, en materia de política internacional, criticó el acercamiento de Santos a Hugo Chávez, con quien Uribe mantuvo una tensa relación bilateral que llevó a su ruptura en varias ocasiones, en medio de acusaciones de apoyo a las FARC: "Era el mayor crítico del Castro-Chavismo. Se entendería prudencia, pero no validación de la dictadura. Se entendería prudencia, pero no la validación del fraude democrático". En su opinión, "lo ha consagrado como promotor de la paz, con conocimiento de que es auspiciador del terrorismo".