El pasado sábado, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, anunció que este mes suscribirá un acuerdo de cooperación con la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) que iniciará "todo un proceso de acercamiento, de cooperación, con miras también a ingresar a esa organización".
Juan Carlos Pinzón, ministro de Defensa, aclaró que Colombia tiene unas Fuerzas Militares respetuosas del Derecho Internacional y "así como en otros aspectos el país está pensando en grande, en materia de seguridad también". Fuentes de la OTAN indicaron que Colombia "no cumple los criterios geográficos" para ser miembro pero que prepara un acuerdo que "permitiría el intercambio de información clasificada entre la Alianza y Colombia".
Estos acercamientos o acuerdos no han gustado para nada para el bloque chavista, conocido también como el bloque del ALBA (Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América), creado por Hugo Chávez en 2004. Tres de ellos han sido lo más duros contra Santos en una ofensiva obviamente iniciada por Nicolás Maduro.
El presidente de Venezuela acusó a Santos de adoptar un giro negativo hacia la región con su idea "aberrante" de ingresar en la OTAN y pidió que el Consejo de Defensa de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), organismo que avaló su designación como presidente, se reúna para tratar el tema. Insistió en que estaba dando un giro "hacia una agenda de desestabilización regional, de división regional, de ataque contra la revolución bolivariana y de adhesión a los planes hegemónicos imperiales".
Además, apuntó que tiene la certeza de que a Santos no le interesa el proceso de paz con los terroristas de las FARC. Aclaró que "era una duda" que tenía el viernes porque le dio "el beneficio de la duda" al Gobierno de Bogotá, pero ha cambiado de opinión tras el anuncio de Santos: "Creo que ya hay una decisión del presidente Santos de darle una patada a la mesa".
Por su parte, el boliviano Evo Morales, quien fue el primero en pedir una reunión de la Unasur para tratar el tema, calificó como una "amenaza" para el continente y una "provocación" hacia los gobiernos "antiimperialistas" el "acercamiento" de Colombia a la OTAN: "Quiero que sepan, es una agresión, una provocación, una conspiración a Gobiernos antiimperialistas, a Venezuela, Nicaragua, Ecuador, Bolivia y no vamos a permitir". Además, dijo que la OTAN es utilizada por Estados Unidos y Europa para invadir a otros países y hacerse con sus recursos naturales.
El que tampoco se quedó callado fue el nicaragüense Daniel Ortega, aunque seguramente presionado por la visita de Maduro: "Es una puñalada al corazón de los pueblos de nuestra América, es una decisión a la que no le encontramos ni pies, ni cabeza". Agregó que "es inadmisible que un país como Colombia, que es una potencia militar, busque un acercamiento con la OTAN, que es conocida por bombardear, asesinar, destruir a otros pueblos, cuando la región se ha esforzado por propiciar la paz".