Tras su partida este domingo desde el aeropuerto José Martí de La Habana, Yoani Sánchez comenzó a cumplir con uno de sus sueños: viajar fuera de Cuba. Pero lo que tal vez no se esperaba es que el acoso al que es sometida en la isla, con la dictadura castrista vigilante de sus actos en todo momento, se repitiera de alguna manera en Brasil: ahí fue recibida por un grupo de simpatizantes del castrismo.
Este domingo comenzó a circular a través de Twitter advertencias acerca del recibimiento que tendría Yoani Sánchez en Brasil. El periodista cubano del diario El Nuevo Herald, Daniel Morcate, fue uno de ellos. Éste apuntó en su cuenta que "líderes políticos en Brasil aseguran que la embajada de Cuba y procastristas preparan acciones para boicotear presentaciones de #yoanisanchez" y agregó que "lo más grave es que la denuncia implica a altos funcionarios del gobierno de Brasil".
Lo cierto es que la bloguera, autora de "Generación Y", fue recibida este lunes por manifestantes que le han acusado de ser agente de la CIA. Según la prensa brasileña, unos 30 manifestantes la recibieron en el aeropuerto de Recife, en el estado de Bahía, con cánticos de "Viva Fidel" y gritando "Yoani, vendida a los yankees". Para El Nuevo Herald, los jóvenes pertenecen a Unión de la Juventud Socialista (UJS), mientras que otros medios señalan que uno de ellos quiso restregarle un billete de dólar en la cara, aunque ella ni se inmutó.
Como era de esperar, Yoani reaccionó de la única manera posible con que lo ha hecho en estos años, su palabra: "Al llegar muchos amigos dándome bienvenida y otras personas gritándome insultos. Ojalá en Cuba se pudiera hacer lo mismo. ¡Viva la libertad!". Además, agregó que "lamentablemente, en Cuba es penalizado pensar diferente y opinar contra el Gobierno trae consecuencias nefastas, prisiones arbitrarias y vigilancia permanente".
El viaje de la opositora ha tenido cierta polémica en Brasil. Según la revista Veja, el embajador cubano en Brasilia, Carlos Zamora Rodríguez, habría mantenido el pasado 6 de febrero una reunión con grupos de izquierda brasileños para denigrar la imagen de Sánchez, lo que confirmaría las informaciones de Morcate y cuyas consecuencias ya se han visto en la primera escala de la opositora cubana en tierras brasileñas.