En medio de la satisfacción del chavismo por la sentencia del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela de considerar innecesario y aplazable el acto de investidura de Hugo Chávez, la oposición mantiene su protesta al considerar ilegal este paso: cree que los que estarán al frente del país, como Nicolás Maduro, no fueron elegidos en los comicios del pasado 7 de octubre.
Como en los últimos días, Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional, sigue calentando el ambiente y ahora anima a los chavistas a salir a las calles para apoyar la decisión del TSJ: "Si quieren ver un pueblo en la calle (la oposición), lo van a ver defendiendo la revolución. ¿Quieren provocar al pueblo? Provóquenlo, que lo van a encontrar como nunca se lo han imaginado ustedes".
Como era de esperar, la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) reaccionó poco después de la comparecencia de la presidenta del TSJ, Luisa Estella Morales. La diputada Vestalia Sampedro tachó de "prefabricada" la sentencia y señaló que la parte más grave es que no determina el tiempo que puede durar la ausencia del presidente y que apunta a este jueves como el inicio del nuevo periodo presidencial aunque no haya juramentación.
Para la oposición, Chávez ya no ejerce como presidente en la práctica y por eso critica que esté gobernando alguien que "no ha sido elegido por el voto popular", en alusión al vicepresidente, Nicolás Maduro. "Nos hemos declarado en emergencia", dijo la diputada opositora, quien ha anunciado que estudiarán posibles "acciones" para responder a las supuestas irregularidades que se están cometiendo. La MUD no descarta acudir a instancias internacionales "para defender la democracia".
En la misma línea se ha pronunciado el secretario general nacional de Primero Justicia, Tomás Guanipa, que al igual que Sampedro ha sugerido el posible traslado de la polémica a organismos internacionales con el objetivo de que se "restituya la Constitución" y prevalezca la "racionalidad política".
Sin embargo, algunos organismos prefieren no meterse en este asunto. Es lo que parece es el caso de la Organización de los Estados Americanos (OEA). Su secretario general, José Miguel Insulza, dijo este miércoles en una radio chilena que prefiere no pronunciarse por el momento sobre la decisión, aunque señaló que hay factores políticos en esa polémica: "Yo creo que es mejor que las resuelvan los venezolanos el día de mañana, antes de pronunciarse sobre ellas".
¿La sentencia es un autogolpe?
Tras la comunicación de Maduro acerca de la ausencia de Chávez este jueves y la decisión del TSJ, algunas voces comienzan ya a mencionar la palabra "autogolpe" para calificar lo que ocurre en Venezuela.
Uno de los que ha apuntado esta posibilidad es Óscar Arnal, profesor de Derecho Constitucional en la Universidad Central de Venezuela. En declaraciones a Globovisión, Arnal opina que la sentencia del TSJ se "podría calificar como un autogolpe de estado" y que la decisión de "continuidad administrativa no es posible", lo que "denota a nivel internacional que en Venezuela no hay ningún tipo de independencia o división de los poderes". Cree además que "hay un vacío en la Constitución pero tiene que ser llenado de alguna forma, la tradición jurídica indicaba que quien se encargaba de la presidencia en estos casos era el presidente del Senado y en estos casos el presidente de la Asamblea".
Pero no es el único que apunta a eso. Comentaristas de Brasil, país que ha seguido muy de cerca todo este proceso, también han mencionado que lo que ha ocurrido en Venezuela podría ser calificado de "autogolpe". Merval Pereira, señaló en radio CBN y el canal GloboNews –en declaraciones publicadas también por el diario ecuatoriano El Comercio, que ahí "interpretan la constitución de la forma que le sea más conveniente al gobierno, está armándose un autogolpe que le dará el gobierno a Chávez, que todo indica está en una situación terminal".
Por su parte, Clovis Rossi, columnista del diario Folha de Sao Paulo, dice en su artículo "Chávez, el rey fantasma" que "el chavismo está haciendo del presidente enfermo un monarca cuyo mandato solo termina con su muerte". Además, en un tono similar a Pereira, opinó que "la Constitución se adapta a las necesidades de turno de los herederos del caudillo". Por eso, agregó que "creer que el juramento es mero formalismo no es más que un truco barato" por lo que lo que ocurre en Venezuela "se asemeja a una ópera bufa, digna de una república bananera, algo que Venezuela no es, pese a que sectores de la oposición opinen lo contrario".