La historia de Chávez en el último año y medio, desde que se le descubrió el cáncer en julio de 2011, se ha escrito con rumores y conjeturas, principalmente ante la falta de información acerca de su proceso, tanto en los primeros meses –con los tratamientos propios de la enfermedad– como durante su recuperación y proceso posoperatorio.
En estas últimas semanas, después de su operación del 11 de diciembre, nada ha cambiado pese al esfuerzo de Nicolás Maduro y compañía de dar información. ¿El problema? Que se trata de información oficial y oficialista. Por esa razón, la oposición no ha dejado de pedir información veraz de lo que ocurre con Chávez e incluso propuso la creación de una comisión médica independiente que viaje a La Habana para hacer un informe completo. La única respuesta por parte del vicepresidente y los ministros ha sido el insulto.
La clave por el momento es la investidura del 10 de enero. Todo parece indicar que Chávez no estará, al menos es lo que parecía después escuchar a Nicolás Maduro en una entrevista publicada este viernes por la noche en la que insinuó que si el presidente no puede estar para su investidura, ésta se retrasará. Sin embargo, algunos se han atrevido a dudar sobre todo después de las declaraciones de Maduro de este jueves en las que apuntaba que "más temprano que tarde vamos a ver a ese comandante Hugo Chávez aquí en su patria".
En el caso de que Chávez no llegue al 10 de enero, que es lo más probable, habrá que determinar si la falta del presidente electo es "temporal" o si podría considerarse como "absoluta". El presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, ya señaló hace unos días que la fecha puede ser postergada e incluso podría asumir su cuarto período más adelante ante el Tribunal Supremo de Justicia. El secretario ejecutivo de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), el opositor Ramón Guillermo Aveledo, cree que si no acude a la juramentación deberá declararse dicha "falta temporal" y en caso necesario la "absoluta". Ahí se tendría que convocar a elecciones en los siguientes 30 días. Aveledo tachó de "irresponsabilidad" pretender hacer creer que el presidente está "en ejercicio" de sus funciones, tal y como Maduro ha señalado en los últimos días.
Otro frente abierto es el del liderazgo al frente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). Por el momento, Nicolás Maduro parece firme al frente tras haber sido elegido por el presidente como sucesor. Sin embargo, algunos ya hablan de ciertas disputas con Cabello, aunque éste último no tiene el aval entre otros del ideólogo y mentor de Chávez, Heinz Dieterich. El sociólogo alemán lo ve demasiado "ambicioso y no muy ético y, por lo tanto, no leal".
En cuanto a influencias en esta etapa, algunos creen que Cuba puede ser clave. De hecho, El Nuevo Herald cita fuentes que confirman que "el régimen de Raúl Castro ejerce gran influencia sobre las decisiones que se están tomando en este momento". Agrega que "los cubanos quieren que Maduro asuma la presidencia y que sirva de mediador entre las diferentes facciones y personalidades (del chavismo)". Dieterich no cree lo mismo: "los cubanos no tienen influencia en la sucesión" pero destacó el papel de "los militares leales a Chávez". Para él, "este sí es el factor clave". En caso de ser cierto esto último, Diosdado Cabello tendría más fuerza por su pasado en el Ejército.