En un acto por el Día de la Descolonización, que es lo que en Bolivia se conmemora el 12 de octubre, Evo Morales ha vuelto a lanzar unas palabras polémicas, muy similares a las que suele tener Hugo Chávez cuando se refiere a EEUU.
Para el presidente de Bolivia, en la actualidad tener relación con la embajada de Estados Unidos "es como una caca", algo que no ocurría en el pasado cuando políticos, militares y policías buscaban el apoyo de Washington. Sus palabras no dejaban dudas: Antes en Bolivia el "que tenía buenas relaciones con la embajada de Estados Unidos era admirado. Ahora, perdonen la expresión, tener relación con la embajada de Estados Unidos es como una caca".
También apuntó que "ahora tener relación con la embajada de Estados Unidos como policía y como militar ya da miedo. Quien tiene relaciones con la embajada ya es mal visto. Antes era todopoderoso el que tenía buenas relaciones". En su opinión, los "anteriores gobiernos dependían de la embajada de Estados Unidos". Mencionó este caso como un ejemplo de "descolonización" y subrayó que deber ser profundizada, aunque reconoció que es un proceso es difícil: "No es sencillo destetarnos de esas potencias, no es sencillo quitar la mamadera". Por eso, subrayó que "en lo político también ya hemos empezado a descolonizarnos. Antes ¿de quién y de dónde dependían? De las potencias".
El ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, explicó en declaraciones publicadas a Los Tiempos, diario de Cochabamba, que "se refiere a una relación fundamentalmente basada en la arrogancia, en el poder militar, a una relación unilateral que en el pasado se ha caracterizado por imponer decisiones económicas, políticas y militares".
Por su parte, Luis Felipe Dorado, líder del partido Convergencia Nacional (CN) en la Cámara de Diputados, señaló que el mandatario "está destruyendo la política exterior boliviana" ya que "en vez de regir la política internacional de Bolivia por los intereses estratégicos del país, Evo ha subordinado las relaciones diplomáticas a lo ideológico e incluso a lo hormonal". El opositor cree que "la política exterior debe desideologizarse y buscar mercados para la producción nacional, generando trabajo para los bolivianos".