La iniciativa Dialop fue puesta en marcha por el propio Papa y el que era presidente del partido griego de extrema izquierda Syriza, Alexis Tsipras, el entonces presidente del partido Izquierda Europea –al que pertenece Izquierda Unida–, Walter Baier, y Franz Kronreif, del Movimiento de los Focolares, una corriente dentro de Iglesia pero que reúne a fieles de otras comunidades cristianas, "fieles de otras religiones y personas de convicciones no religiosas", tal y como explican en su propia web.
Según informa Vatican News, Dialop pretende "formular una ética social común que pueda proponerse como una nueva narrativa para una Europa en busca de identidad", en la que no faltará "una ecología integral" y que tendrá "en su centro" tanto la Doctrina Social de la Iglesia como "la crítica social marxista".
Francisco I recibió a 15 miembros de esta iniciativa, siete de la izquierda y ocho de la parte católica, a los que transmitió su "aliento para mirar al futuro y tratar de imaginar" cambios que mejoren la situación actual, según explica el órgano de comunicación de la Iglesia. "No retrocedan, no se rindan, no dejen de soñar con un mundo mejor".
El Papa volvió a lanzar sus habituales ataques contra la libertad económica, porque "una política verdaderamente al servicio del hombre no puede dejarse dictar por las finanzas y los mecanismos del mercado" y puso como ejemplo de lo que no hay que hacer a los regímenes dictatoriales, pero curiosamente sólo a uno y no de los que todavía siguen oprimiendo a casi una cuarta parte de la humanidad: "No olvidemos que las grandes dictaduras, pensemos en el nazismo, desechaban a los vulnerables, los mataban", dijo.
Bergoglio añadió además que "la solidaridad" no es sólo "una virtud moral" sino que también "es una exigencia de justicia" que exige "corregir las distorsiones y purificar las intenciones de los sistemas injustos", y todos sabemos a qué sistemas se refiere Francisco I, y para ello hay que abordar también "cambios radicales de perspectiva en el compartir los desafíos y los recursos entre los hombres y entre los pueblos".
Finalmente, Francisco I agradeció a los miembros de Dialop su "valor" para trabajar "por un mundo más justo y pacífico", mientras que éstos destacaron en una nota emitida tras el encuentro que "cristianos y marxistas (…) se reconocen hoy unidos en el compromiso por el fin de los conflictos armados en el mundo y la seguridad de los derechos humanos más elementales, para garantizar el equilibrio social y la paz a la humanidad".