Algunos de los bombardeos rusos que tuvieron lugar la pasada semana en poblaciones del noreste de Ucrania, exactamente, en las cercanías de Jarkov, Sumy y Chernigov, levantaron las dudas sobre si las tropas de Rusia habían comenzado a utilizar material termobárico ante la resistencia que estaban planteando los militares ucranianos. Una posibilidad que venía respaldada por la presencia de TOS-1A, sistemas de armas que lanza cohetes termobáricos, en la zona.
La acusación pública más directa vino por parte de la embajadora de Ucrania en Estados Unidos, Oskana Markarova, el pasado martes 1 de marzo. La diplomática acusó a los rusos de haberla utilizado contra objetivos civiles. Los Gobiernos estadounidense y británico no pudieron confirmar estos hechos, mostraron su cautela ante estas acusaciones, pero alentaron a la comunidad internacional a que siguiera investigando sobre estos hechos.
Un tema polémico porque el uso de este tipo de armamento está regulado por la Convención de Ginebra, que pone límites a los conflictos bélicos. La legislación internacional dice que se pueden utilizar contra objetivos estrictamente militares, pero que en ningún momento se pueden utilizar contra objetivos civiles ni está permitido que dañan estructuras civiles. En el caso de los objetivos ucranianos, los datos causados afectaron a áreas civiles, por lo que habrían incumplido la ley.
The russian army has deployed the TOS-1 heavy flamethrower which shoots thermobaric rockets, the was South of Belgorod. pic.twitter.com/XCxMI3bNB3
— Frederik Pleitgen (@fpleitgenCNN) February 26, 2022
Los sistemas termobáricos o de vacío son simples. Se componen de un contenedor de combustible y dos cargas explosivas. Se pone en marcha con la explosión de la primera carga, que revienta el depósito de combustible y lo dispersa. Una vez que que éste ya está disperso se produce la segunda detonación, que con ayuda del combustible consume todo el oxígeno en la zona, provocando una especie de vacío. Asfixia todo ser humano en la zona y calcina prácticamente cualquier cosa.
Nada se ha vuelto a tratar sobre el tema hasta las últimas horas. El Ministerio de Defensa británico, tremendamente locuaz en las redes sociales desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania, ha publicado un mensaje en el que asegura que el "el Ministerio de Defensa ruso ha confirmado el uso del sistema de armas TOS-1A en Ucrania. El TOS-1A usa cohetes termobáricos, creando efectos incendiarios y explosivos". A esto, le añade un vídeo explicativo sobre este sistema de armas.
The Russian MoD has confirmed the use of the TOS-1A weapon system in Ukraine. The TOS-1A uses thermobaric rockets, creating incendiary and blast effects.
Watch the video below for more information about this weapon and its devastating impact.
🇺🇦 #StandWithUkraine🇺🇦 pic.twitter.com/d8PLQ0PhQD
— Ministry of Defence 🇬🇧 (@DefenceHQ) March 9, 2022
Ni un dato más sobre dónde y cuándo ha hecho esta confirmación el Gobierno ruso. Tampoco sobre quién ha sido el responsable. Aunque esos datos sí se han conocido a través del diario británico The Times, que explica algunos detalles de esa confirmación rusa del empleo de armas termobáricas en suelo ucraniano.
Todo proviene del canal ruso de televisión Zvezdanews, controlado por el Ministerio de Defensa ruso, donde en un reportaje propagandístico sobre la invasión a Ucrania se cuenta la historia del sargento ruso Sergey Gubarev, del que se dice que había disparado cohetes termobáricos cuando cruzaba por un puente en la región de Chernigov, una en las que se había denunciado el uso ruso de este tipo de armamento.
"Con fuego preciso del sistema de lanzallamas pesados TOS-1A, reprimió las dotaciones de artillería y morteros enemigos, destruyó 14 armas y equipos militares, así como a más de 40 nacionalistas -en alusión a los militares ucranianos-", dice la voz en off del reportaje mientras muestra imágenes del suboficial ruso. Un uso que según explican estuvo dentro de la legalidad internacional, pero que aviva dudas porque este tipo de armas no son precisamente de precisión.