Putin inició la invasión de Ucrania como una operación de seguridad de la frontera rusa y en defensa de las recién reconocidas repúblicas separatistas de este del país. La narrativa incluyó rápidamente una supuesta "nazificación" de Ucrania, un país cuyo presidente y primer ministro son judíos, y para "desmilitalizar" a su vecino.
Tras la inesperada resistencia ucraniana la retórica de la "desnazificación" no ha sobrevivido a los bombardeos masivos y la destrucción que se ve en zonas residenciales de muchas ciudades ucranianas, así que la máquina de propaganda del Kremlin parece necesitar nuevos argumentos.
En Chernóbil
Según informa Reuters, la noticia ha partido de agencias como TASS, RIA e Interfax que han citado a "un representante de un organismo competente" que asegura que Ucrania estaba desarrollando este arma en la central de Chernóbil, cerrada desde el año 2000.
Se da la circunstancia de que Ucrania tenía en su territorio un poderosísimo arsenal nuclear heredado de la URSS, que entregó voluntariamente a la Federación Rusa en el año 1994. Desde entonces en ningún momento ningún líder ucraniano ha mostrado la más mínima intención de recuperar su posición como potencia nuclear.
¿Qué es una bomba sucia?
Las bombas sucias, también conocidas como dispositivos de dispersión radiológica, son una combinación de explosivos convencionales con material radiactivo. No tienen la capacidad de generar una explosión atómica, pero al ser detonados despiden ese material radiactivo en una zona determinada que, por tanto, queda contaminada por radiación.
Los ensayos han demostrado que su efecto en la población no sería inmediato, es decir, no generarían grandes cantidades de víctimas en el momento de su detonación, pero se cree que los efectos económicos y psicológicos serían demoledores.