El ataque a la central de Zaporiyia ha multiplicado la preocupación mundial por la deriva nuclear de la invasión de Ucrania. Esto es lo que se sabe de las instalaciones atacadas y de la situación actual.
¿Cómo es la central nuclear?
La central atacada por Putin y ahora controlada por Rusia es la mayor de Ucrania y también la mayor de toda Europa. Se comenzó a construir en 1981 y está compuesta por seis reactores tipo WWER-1000 con una potencia total de 6000 MW. Produce entre 40.000 y 42.000 millones de kWh de electricidad, una quinta parte de la producción anual del país.
Cinco de los reactores se construyeron en los años ochenta: en concreto, entre 1984 y 1987 se pusieron en marcha cuatro; en 1989 se puso en marcha el quinto y en 1995 el sexto.
¿Cómo es de segura?
Según el Consejo de Seguridad Nuclear, los reactores de la central tienen características muy similares a los occidentales y muy diferentes a los reactores de agua en ebullición moderados por grafito (RBMK) de Chernobil.
En 2000, la central nuclear de Zaporiyia fue reconocida como una de las tres mejores centrales nucleares del mundo y cumple plenamente los requisitos de seguridad del OIEA.
¿Cuál es la situación actual?
El director de la Organización Internacional de la Energía Atómica ha informado de los últimos datos de que disponen sobre la situación tras el ataque. El impacto del misil lanzado por tropas rusas se produjo en un simulador alejado de los reactores, que no se vieron afectados. El incendio posterior no afectó su funcionamiento ni se han detectado variaciones en los niveles de radiación. Aunque la central está tomada por Rusia, operadores ucranianos siguen al frente de la gestión, en sus puestos, monitorizando el estado de las unidades y recorriendo las instalaciones para detectar cualquier daño. El Centro de Incidencias y Emergencias del OIEA permanece en contacto estrecho con Ucrania, donde, según palabras del director de la agencia, la situación es "extremadamente tensa".
Mientras, la Inspección Estatal de Regulación Nuclear Ucraniana (SNRIU, por sus siglas en inglés), ha informado de que la operación de la unidad 1 de la central se encuentra interrumpida y las unidades 2 y 3 han sido desconectadas de la red y se está realizando la refrigeración de estas instalaciones nucleares. La unidad 4 sigue operando con una potencia de 690 MW, algo más del 60% de su capacidad, para garantizar una fuente de energía eléctrica segura a todos los sistemas de seguridad del emplazamiento. Las unidades 5 y 6 están paradas y en proceso de enfriamiento.
Según recoge el Consejo de Seguridad Nuclear, la refrigeración del combustible nuclear en las unidades de energía de la central nuclear de Zaporiyia está garantizado por los sistemas de suministro eléctrico previsto en el diseño de las mismas de acuerdo con los requisitos de los procedimientos para una operación segura.
¿Cuántas centrales nucleares tiene Ucrania?
El país tiene cuatro centrales nucleares en funcionamiento a las que se suma la central de Chernóbyl: son la bombardeada esta noche, Zaporiyia, en el sureste del país; Ucrania del Sur, también al sureste; y Jmelnitski y Rovno, en el noroeste. En conjunto tienen 15 reactores con una capacidad para producir 13. 835 megavatios. Zapoiriyia produce la mitad de la producción nuclear del país.
¿Qué podría haber pasado y qué puede pasar?
De madrugada, el ministro de Asuntos Exteriores ucraniano lanzó el aviso de que "si estalla, será 10 veces mayor que Chernobyl". La central, por su parte, asegura que la refrigeración del combustible nuclear está asegurada gracias a los sistemas de suministro eléctrico pero avisa de que si fuera imposible continuar enfriándolo se producirían "significativas fugas radiactivas al medio ambiente" que podrían superar "todos los accidentes previos en centrales nucleares", entre los que citan Chernóbil y Fukushima. Además, recuerdan que además de los reactores, la central almacena en seco combustible nuclear gastado que también provocaría fugas radiactivas en caso de ser dañado.
Las autoridades ucranianas aluden a que a pesar de que en un ataque el reactor no resulte dañado -está protegido por varias barreras de protección, la última de las cuales es un edificio de contención hermético de hormigón armado y recubierto de acero- la seguridad de la central también se vería amenazada en caso de una interrupción del suministro eléctrico que impida la refrigeración del combustible.
El catedrático de Energía Nuclear por la Universidad Politécnica de Madrid y experto en Seguridad Nuclear Eduardo Gallego Díaz explica que en un escenario de guerra "los edificios principales de los reactores sí pueden resistir" puesto que son "búnkeres con un metro de hormigón" y una "estructura muy resistente". Pero ha incidido en el posible problema del suministro eléctrico, necesario para la refrigeración de los reactores "incluso parados". "Si se cortase el suministro exterior" de electricidad derribando el tendido y "se impidiera que entrara gasóleo para los generadores diésel tendríamos un escenario complicado para la refrigeración de los reactores", ha apuntado en una entrevista En Casa de Herrero.
¿Pueden haber ocultado información?
¿Podría haber ocurrido algo peor de lo que nos han contado? Gallego Díaz está convencido de que "en el mundo actual es muy difícil ocultarlo", entre otras cosas porque existen redes de vigilancia de radiactividad que lo detectarían. "Si hubiera algún problema lo sabríamos ya", ha apuntado recordando que "hay contactos directos incluso con la misma gente que está operando la central a través de la OIEA".
¿Qué pretende Putin con el ataque?
Gallego Díaz no cree que Putin contemplara "atacar la central en su núcleo", entre otras cosas porque provocaría la contaminación de una amplia zona y una nube radiactiva que llegaría hasta Rusia. En su opinión, quiere controlarla para controlar el suministro eléctrico del país. "Atacar una central como esta con fines de destruirla no le veo mucho sentido", ha insistido.