Desde que comenzó la invasión rusa, Sol Macaluso se ha convertido en una de las caras más reconocidas entre los corresponsales que informan desde suelo ucraniano. La argentina, residente en España, colabora habitualmente con los programas de Telecinco, donde recoge los testimonios de los ciudadanos que se esconden en búnkeres y refugios y muestra a las cámaras las imágenes y los sonidos del terror que siembran los bombardeos.
La joven, que llegó a Ucrania hace poco más de un mes para cubrir un conflicto que jamás imaginó que terminaría de esta forma, ha estado acompañada todo este tiempo de un guía ucraniano que ahora deberá volver a Kiev para coger las armas y luchar contra Rusia. Antes de despedirse, sin embargo, le ha pedido que se lleve con ella a su hija.
"Es muy duro que se tengan que quedar a defender a su país, dejar a su familia y que vengan y te digan 'por favor, llévate a mi hija y hazte cargo ella, que no le falte nada...’", relataba este lunes en El Programa de Ana Rosa entre lágrimas. La presentadora Patricia Pardo le preguntaba si iba a aceptar la petición y ella no lo dudaba ni un segundo. "Claro, es mi familia ahora. Es mi hermana", sentenciaba tras explicar que lleva varias semanas pasando día y noche a su lado.
La pequeña Danna ya está a salvo
Finalmente, y a pesar de que la periodista se dirigía ya a la frontera para regresar a nuestro país, Macaluso ha decido quedarse en Ucrania. Sin embargo, lo primero que ha hecho es cumplir su palabra y poner a salvo a la niña. "Por mi compromiso con la profesión, he decidido quedarme en Ucrania unos días más. A la hija de nuestro fixer se la lleva una pequeña gran gigante de nuestro equipo que regresa a España y va a estar muy bien cuidada. Ojalá se pueda reencontrar pronto con su familia", ha explicado este martes en sus redes sociales.
Poco después, volvía a entrar en directo en Telecinco para explicar lo sucedido: "Danna está con una compañera de nuestro equipo y se van a Barcelona. Ahora están de camino a Varsovia, Polonia, y están muy bien". Macaluso, por su parte, se quedará los próximos días en Leópolis, desde donde seguirá informando de la invasión rusa y muy particularmente del éxodo que protagonizan miles de ucranianos. "Vamos a seguir haciendo nuestro trabajo. Siento la responsabilidad de informar de algo que he contado", se justificaba.
Tal y como ella misma ha explicado, los periodistas tienen más sencillo abandonar el país. Sin embargo, el resto de ciudadanos tiene que soportar largas colas: "Estamos hablando de hasta 20 o 25 horas de cola para poder cruzar la frontera con un niño pequeño". Gracias a la ayuda de Macaluso y su equipo, la pequeña Danna ha podido ahorrar buena parte de este trance.