La invasión rusa del Este de Ucrania ya está en marcha. El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha ordenado a sus Fuerzas Armadas que ocupen militarmente los oblast o regiones ucranianas de Donetsk y Lugansk, que llevan bajo control de los rebeldes prorrusos desde 2014, siempre con el apoyo de Moscú, y a las que apenas unas horas antes ha reconocido como nuevos países independientes.
El objetivo de esta misión es supuestamente de "paz", con el objetivo no sólo de garantizar que ambos países puedan constituirse en independendientes de Ucrania, sino también para evitar que los ucranianos llevan a cabo supuestas masacres contra la población civil como castigo por la declaración de independencia. Moscú lleva trabajando una semana en esta narrativa con ataques de falsa bandera y refugiados fingidos.
Rusia y los dos territorios ucranianos rebeldes han firmado a lo largo de este lunes sendos documentos de amistad, con una duración de una década, en el que se da derecho a ambas partes a usar las bases militares en territorio del otro, así como cualquier otro tipo de infraestructura militar, según informa la agencia de noticias oficial rusa, RIA Novosti. Además, todas las partes se comprometen a ayudarse a la hora de garantizar la seguridad de las fronteras.
Los expertos militares de Estados Unidos y la OTAN cifran el despliegue ruso en el perímetro fronterizo, en estos momentos, en unos 125 Grupos Tácticos de Batallón (BTGs), cada uno de ellos compuesto por entre 600 y un millar de efectivos rusos. Cada uno de estos grupos cuenta con su propia fuerza mecanizada (carros de combate y obuses autopropulsados), elementos de artillería y sistemas logísticos. A ellos se unen unos 30 grupos de defensa antiáerea.
Estos grupos de combate serán ahora los encargados de iniciar la invasión terrestre de los territorios ucranianos planificados por los altos mandos de Moscú. Para valorar el nivel del despliegue ruso hay que reseñar que en el año 2014, cuando Rusia se anexionó de manera unilateral el oblast o región ucraniana de Crimea, tan sólo movilizó 12 BTGs para llevarlo a cabo.
Además de los efectivos terrestres, habría cerca de 500 cazas de combate en bases aéreas lo suficientemente cerca de la frontera como para poder realizar misiones de ataque dentro de Ucrania sin la necesidad de realizar grandes operaciones de reabastecimiento en vuelo, además de contar también con el apoyo marítimo de la cuarentena de buques de guerra rusos que se encuentran en aguas del Mar Negro.