Aunque el Ministerio de Defensa ruso se escuda en que estaban previstas lo cierto es que en medio de la reactivación del conflicto este sábado las Fuerzas Armadas rusas tratan de intimidar a Kiev realizando nuevas maniobras en presencia del líder ruso Vladimir Putin.
Para exhibir su fuerza militar ante la mirada atenta de Ucrania, la Unión Europea y la OTAN las tropas rusas lanzarán misiles balísticos y de crucero. Se trata de una "estrategia de disuasión", defiende Moscú, organizada con anticipación para comprobar la disposición de equipos y personal, incluida "la fiabilidad de las armas estratégicas nucleares y convencionales". Un despliegue en el que participarán distintas fuerzas, incluidas las flotas del norte y del mar Negro según la agencia de noticias rusa TASS.
Desde el Kremlin tratan de defender que se trata de entrenamientos "que se desarrollan con cierta regularidad", aunque ponen en tela de juicio el supuesto repliegue de las tropas desplegadas en la frontera con Ucrania anunciado por Moscú. Un repliegue al que no dan credibilidad ni la OTAN ni Estados Unidos dado que no tienen constancia de que el contingente ruso se haya reducido de los 100.000 militares que ya estaban en la zona.
Donetsk y Lugansk decretan la movilización general
Entretanto las autoridades de las autoproclamadas repúblicas prorrusas de Donetsk y Lugansk ha anunciado también este sábado el estado de movilización general. Activan así a todos los reservistas y decretan la transformación de la economía con vistas a un conflicto armado.
"Insto a mis compatriotas que están en la reserva a que acudan a las oficinas de registro y alistamiento militar", ha declarado el autoproclamado líder de la República Popular de Donetsk, Denis Pushilin, en una declaración grabada en la que además llama a todos los hombres que puedan portar armas a que las utilicen para defender a sus familias. Arengas de guerra que ha reproducido y firmado en un decreto también el nuevo líder de Lugansk, Leonid Pásechnik.
Comienzan las evacuaciones
Estas declaraciones bélicas tienen lugar después de que ambos territorios declararan el viernes la evacuación de sus ciudadanos a la región rusa de Rostov.
Unos 35.000 residentes de Lugansk ya se han desplazado allí según ha confirmado el jefe del Ministerio de Situaciones de Emergencia, Evgueni Katzavalov, mientras que su homólogo de Donetsk, Alexei Kostrubizki, estima que las autoridades de la región ya han evacuado a Rusia a 6.603 personas, incluidos 2.436 niños.
Aumenta la violencia
Evacuaciones que tienen lugar después de que el jueves se violara el alto el fuego en vigor en la línea de contacto entre el frente del Ejército ucraniano y los separatistas en el este de Ucrania hasta en 870 ocasiones. Un dato que pone de relieve el aumento significativo de la violencia en la zona.
Es más Ucrania ha denunciado ya la muerte de uno de sus efectivos durante estos enfrentamientos. El fallecido, no identificado, sucumbió a una herida de metralla, de acuerdo con la nota, publicada por el portal Ukrinform.
La OTAN y la UE exigen una desescalada de la tensión
Ante esta situación y con la vista puesta en el estallido del conflicto el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha exigido a Moscú que haga un esfuerzo por la desescalada de la tensión en la zona y apueste por la vía diplomática para resolver la situación. "Rusia debe cambiar de rumbo", ha dicho Stoltenberg, que subraya que no solo está en juego el futuro de Ucrania sino la seguridad global.
Desde la Unión Europea la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, ha anunciado también este sábado, que se prepara ya un "robusto" paquete de sanciones contra el Kremlin si finalmente propicia que estale el conflicto. Anuncio que ha realizado durante la segunda jornada de la Conferencia de Seguridad de Múnich sin dar más detalles al respecto de por dónde podrían ir esas sanciones. Sí ha subrayado que su imposición podría suponer "un alto coste y graves consecuencias a los intereses económicos de Moscú".
Sobre las maniobras de Rusia en la frontera con Ucrania, Von de Leyen, ha defendido que suponen "la mayor acumulación de tropas en suelo europeo desde los días más oscuros de la Guerra Fría", así como un intento, junto a su aliada, China, ha dicho, de "alterar el orden internacional entero".
Aún así, y en línea con el secretario general de la OTAN, la presidenta de la Comisión ha reiterado que también la Unión Europea apuesta porque la diplomacia acabe prevaleciendo y la crisis se resuelva de la forma más incruenta posible.