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Las claves del conflicto entre Rusia y Ucrania: de los antecedentes a la entrada de la OTAN y España

Rusia no admite el giro que Ucrania dio hacia Occidente. No quiere que el país se incorpore a la OTAN bajo ningún concepto.

Rusia no admite el giro que Ucrania dio hacia Occidente. No quiere que el país se incorpore a la OTAN bajo ningún concepto.
Panel en Kiev con militares ucranianos muertos en la guerra con los prorrusos | EFE

Los ecos de los tambores de guerra están sonando desde hace meses en Europa del Este. Rusia ha aprovechado las habituales maniobras militares que realiza en la zona europea del país para ir acumulando efectivos militares junto a las fronteras de Ucrania. Un movimiento que se viene realizando desde el pasado verano y que ha alarmado tanto a las autoridades de Kiev como a Estados Unidos, la OTAN y los países miembros de la Unión Europea.

Temen que Moscú pueda iniciar en cualquier momento una invasión terrestre de Ucrania para partir el país en dos y quedarse con buena parte del mismo. Exactamente, con los territorios de mayoría o tendencia rusófila, la que se encuentra al este del país. Algo nada descartable, si se tiene en cuenta que Rusia ya se ha quedado con una parte del país de manera unilateral, apoya a los dos oblast o regiones rebeldes y tiene un poderío militar muy superior.

¿Qué está pasando entre Rusia y Ucrania?

El gran líder ruso, Vladimir Putin, y buena parte de la población rusa tienen una cosmovisión estratégica que no ha variado desde el final de la Guerra Fría y la desaparición del Telón de Acero. Consideran una agresión a su país el proceso vivido en Europa que ha llevado en los últimos años a que una quincena de países que fueron parte del área de influencia de la antigua Unión Soviética o que formaron parte de la propia URSS se hayan unido a la OTAN.

A juicio de Rusia, estos países no deberían tener capacidad para decidir su futuro y su política de alianzas internacionales sin el visto bueno del Kremlin. Presionó y no pudo hacer nada para que esta quincena países se unieron tanto a la OTAN como a la Unión Europea –en la mayoría de los casos–, pero sí puso toda la carne en el asador cuando Ucrania dejó de mirar exclusivamente hacia Moscú y empezó a tejer alianzas con la UE y la OTAN.

El Kremlin considera un peligro para su seguridad el continuo acercamiento de la OTAN a sus fronteras y la amenaza más acuciante actualmente desde su punto de vista sería la entrada de Ucrania en la Alianza Atlántica. Además, considera que ese hecho podría poner en peligro a la población rusa o medio rusa de Ucrania, que representa prácticamente a la mitad del país, toda la zona del centro-este y este.

¿Por qué hay tanta población rusa en Ucrania? El dictador soviético Joseph Stalin realizó varios reasentamientos forzosos de población durante su largo mandato para evitar los sentimientos nacionalistas dentro de la Unión Soviética. Por ello llevó numerosa población rusa y de otras minorías del país hasta Ucrania. Hizo lo mismo en la gran mayoría de repúblicas que formaban parte de la URSS.

¿De dónde viene el conflicto entre Rusia y Ucrania?

En 2012, el Gobierno ucraniano, dirigido por el prorruso Viktor Yanukovich, firmó un acuerdo de adhesión a la UE. La decisión disgustó enormemente a Moscú que obligó al Gobierno de Kiev a suspender ese acuerdo, algo que se hizo efectivo en 2013. Centenares de miles de ucranianos salieron a la calle, en unas protestas denominadas ‘Revolución del EuroMaidan´, que acabó con la destitución de Yanukovich, su huida del país y la convocatoria de elecciones en 2014.

En los oblast de Donetsk y Lugansk surgieron milicias armadas prorrusas como respuesta a las protestas proeuropeas y pro-occidentales que tenían lugar en Kiev y toda la mitad oeste del país. El Gobierno de Kiev envió al Ejército para frenar ese alzamiento armado, que permanece enquistado hasta el día de hoy gracias al apoyo que Moscú da a estas milicias, y a la llegada a la zona de miles de voluntarios rusos y mercenarios rusos. En medio de esa guerra, milicianos prorrusos hicieron explotar un avión de pasajeros causando casi 300 muertos civiles.

En 2014, Rusia ocupó militarmente la península de Crimea, que pertenece a Ucrania y donde la población es mayoritariamente rusa. Días antes, la Rada Suprema –el parlamento unicameral– rusa había aprobado una doctrina que otorgaba al Kremlin la potestad de poder intervenir militarmente en aquellos países en que considerasen que había minorías de población rusa que corriesen peligro.

Con sus tropas sobre el terreno, se organizó un referéndum no recocido por la Unión Europea, Estados Unidos y otros organismos internacionales, en el que la población de Crimea pidió su incorporación territorial a Rusia. La Rada Suprema rusa aceptó la integración de Crimea poco después. Esta anexión unilateral provocó las protestas del Gobierno de Kiev, de Estados Unidos, de la Unión Europea y de la OTAN, que no la reconocen.

¿Por qué intervienen Estados Unidos y la OTAN?

La aprobación de la doctrina rusa descrita anteriormente, unida a la invasión de la Península de Crimea, creó el pánico en los países de la UE y la OTAN que fueron satélites de la URSS durante la Guerra Fría, que en muchos casos tienen minorías rusas en sus países. El caso más llamativo es el de las tres Repúblicas Bálticas, cuyas minorías rusas son bastante importantes: 26,9 por ciento en Letonia; 8,6 por ciento en Estonia y 6,3 por ciento en Lituania.

Los países del Este presionaron en el seno de la OTAN para que batallones multinacionales se desplegasen en sus países para evitar invasiones de Rusia como la acontecida en Ucrania, en la península de Crimea. En 2017, la Alianza Atlántica aprobó lo que se conoce como el muro anti-Rusia de la OTAN, a la que Estados Unidos ha colaborado de forma extra con el envío de tropas bajo su propia bandera y no de la organización supranacional a estos países.

En la actualidad hay tropas de la OTAN y de Estados Unidos en las tres Repúblicas Bálticas, en Polonia, en Rumanía y en Bulgaria. Seis países que consideran que su integridad territorial y su independencia están amenazas por Rusia.

De manera paralela, la OTAN también ha recibido solicitudes de apoyo de Ucrania, un país que como ya hemos mencionado estaba virando hacia Occidente y no sólo había llegado a firmar un acuerdo de adhesión a la UE, sino que también tenía planes de integración en la OTAN. De hecho, Vladimir Putin ha dejado claro que para Rusia la entrada de Ucrania en la Alianza en una línea roja que no va a tolerar.

¿Puede España no colaborar en el conflicto entre Rusia y Ucrania?

España es socio de la OTAN desde el año 1982. Una decisión que fue reafirmada cuatro años después en un referéndum en el que votaron todos los españoles que eran mayores de edad en esa época. Desde entonces ha participado con normalidad en las misiones exteriores de la Alianza Atlántica, como es el caso de las relacionadas con la defensa de los países de la Europa del Este ante la amenaza mutua.

La OTAN es una organización política y militar en la que todos los países miembros se apoyan los unos a los otros. Si España decidiese no involucrarse en situación actual en el Este no solo perdería influencia y relevancia dentro de la organización, sino que en parte no tendría sentido que siguiese perteneciendo a una organización de ayuda mutua si en los momentos necesarios se va a poner de perfil y no va a colaborar.

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