Se confirma la última medida dictatorial de Putin: el Tribunal Supremo de Rusia ha anunciado la disolución de la ONG Memorial, dedicada al estudio y el recuerdo de los crímenes de la dictadura comunista que sojuzgó y asesinó a millones de personas durante décadas en la propia Rusia y en todos los países que formaban parte de la URSS.
La jueza Alla Nazarova ha ordenado que "se satisfaga la petición de la Fiscalía sobre la liquidación de Memorial". La Fiscalía General rusa basaba esta petición en las supuestas vulneraciones de la organización de una ley que limita la presencia de "agentes extranjeros" en instituciones de la sociedad rusa.
Según la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, las autoridades rusas usan esta legislación para tachar de "agente extranjero" y poder ilegalizar a cualquier organización que sea "financiada desde el exterior y participan en 'actividades políticas'".
La abogada de la ONG, Maria Eismont, ha asegurado que la decisión del Supremo, de la que por el momento no se ha hecho pública la argumentación, es "ilegal" e "infundada" y ha anunciado que presentará una apelación. La medida dictada por el tribunal afectaría a todas las estructuras y organizaciones vinculadas con Memorial.
Dura reacción de EEUU
La decisión ha recibido duras críticas desde Estados Unidos y otros países, empezando por el embajador americano en Moscú, John Sullivan, que se ha mostrado "consternado" por el cierra de Memorial, "una de las organizaciones de Derechos Humanos más antiguas y prominentes de Rusia". El diplomático lo ha calificado como "un intento flagrante y trágico de suprimir la libertad de expresión y borrar la historia".
Por su parte, el secretario de Estado, Antony Blinken, ha dicho que el gobierno estadounidense "condena" la decisión de cerrar "una de las organizaciones académicas y de Derechos Humanos más antiguas y respetadas de Rusia".
"Durante tres décadas, los investigadores del International Memorial han trabajado incansablemente para recuperar los nombres y las historias de los millones de víctimas de la represión soviética, promoviendo la justicia histórica", ha dicho Blinken en un comunicado, solidarizándose con "quienes han sido objeto de represión por ejercer sus derechos a la libertad de expresión, asociación y reunión pacífica".