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Polonia blinda su frontera ante el "ataque híbrido" de Bielorrusia utilizando a miles de inmigrantes

La OTAN respalda a Varsovia. La UE acelerará las sanciones contra Minsk. Rusia da su apoyo a la última dictadura comunista de Europa.

El Gobierno polaco ha decidido este martes aumentar su despliegue militar en la frontera con Bielorrusia ante la acumulación de grupos de inmigrantes en la zona, que en las últimas horas están intentando violar el perímetro para entrar de forma ilegal en el país. Ante esta situación, está preparando a sus efectivos para nuevos incidentes –después de los registrados en las últimas horas– y ha prohibido el tráfico terrestre en el área hasta nuevo aviso.

El primer ministro del país, Mateusz Morawiecki, ha declarado que "sellar la frontera" está "en el interés nacional de Polonia" y ha asegurado que "también la estabilidad y la seguridad de toda la Unión Europea están amenazadas". "No nos dejaremos intimidar y defenderemos la paz en Europa con nuestros socios de la OTAN y la UE", ha añadido el jefe del Gobierno polaco en declaraciones a los medios de comunicación locales.

Exactamente, se van a enviar más de 12.000 militares a la zona fronteriza, y se ha ordenado la movilización urgente de dos batallones en la provincia de Podlasia (este), una de las tres regiones polacas se encuentran actualmente en estado de emergencia. También se va a llevar a la zona a fuerzas policiales de algunas grandes ciudades polacas, como Poznan, Gdansk y Lódz, para que colaboren en las tareas de vigilancia.

En grabaciones difundidas por el Gobierno polaco se puede cómo miles de inmigrantes están acampados y deambulando en la zona fronteriza en esta última noche. En uno de los vídeos se escuchan disparos desde el lado bielorruso, lo que según el general polaco Waldemar Skrzypczak, "pueden ser ejecuciones" de inmigrantes para forzarles a estar en la frontera. "Los bielorrusos son capaces de cualquier cosa", ha dicho en declaraciones recogidas por Efe.

Bielorrusia no tolera provocaciones

El régimen de Alexander Lukashenko, que gobierna Bielorrusia con puño de hierro desde poco después de la caída del Telón de Acero y la desintegración de la Unión Soviética, ha advertido en la mañana de este martes a Polonia de que se abstenga de provocaciones que sirvan para justificar el uso de la fuerza contra los migrantes que se encuentran en la zona fronteriza entre ambos países.

"Queremos advertir de antemano a la parte polaca contra todo tipo de provocaciones contra Bielorrusia para justificar posibles acciones de fuerza contra personas necesitadas y desarmadas, entre las cuales hay muchos niños y mujeres", señaló la oficina de prensa del Ministerio de Asuntos Exteriores de Bielorrusia, citada por la agencia oficial Belta, y recogidas por Efe.

El Gobierno de Minsk ha dicho que los inmigrantes que permanecen en la frontera polaca son personas que han entrado legalmente en su país, provenientes mayoritariamente de las zonas kurdas de Turquía, pero también de países como Irak, Yemen o Afganistán, que han llegado principalmente en avión. Según dicen, "no se han detectado violaciones de la ley por parte de los migrantes" y "se encuentran legalmente en territorio de Bielorrusia".

Del mismo modo, han mantenido que la situación que se vive actualmente en su frontera con Polonia no tiene nada que ver con las sanciones que este mismo año les ha impuesto la Unión Europea por las violaciones graves de los derechos humanos que se vienen produciendo desde hace décadas en el país, así como por la violenta represión que ejerce el régimen contra la sociedad civil, la oposición democrática y los medios de comunicación.

Guerra o ataque híbrido

Las dos principales organizaciones supranacionales a las que pertenece Polonia han dado su apoyo al país eslavo y no han tenido reparos en calificar estos hechos como guerra o ataque híbrido. Es decir, aquel que se realiza para desestabilizar política o económicamente a un país pero sin superar los límites establecidos que se consideran como una declaración de guerra de facto. Es lo que en ambientes geoestratégicos se denomina como "zona gris".

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha considerado "inaceptable" que la última dictadura comunista de Europa esté utilizando a miles de inmigrantes irregulares para tratar de desestabilizar a países vecinos como Polonia. También ha expresado la "solidaridad" de la Alianza Atlántica con su socio polaco, que fue uno de las grandes protagonistas de la expansión de esta alianza política y militar a la Europa del Este.

"El uso de migrantes como una táctica híbrida por parte de Bielorrusia es inaceptable. La OTAN se solidariza con Polonia y todos nuestros aliados en la región", ha escrito Stoltenberg en un mensaje difundido a través de su cuenta oficial en Twitter.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha llamado a la UE a agilizar la ampliación del régimen de sanciones contra Bielorrusia en respuesta a su "guerra híbrida" facilitando el paso irregular de miles de migrantes hacia Polonia y, según recoge Europa Press, ha apuntado entre los posibles objetivos las aerolíneas de terceros países que mantienen todavía rutas comerciales con Minsk, la capital bielorrusa.

La comisaria europea de Interior, Ylva Johansson, ha ahondado en esta línea al afirmar a través de Twitter que la "prioridad urgente" del bloque comunitario debe ser "cortar el suministro al aeropuerto de Minsk", después de censurar que las autoridades bielorrusas "atraigan" a migrantes en vuelos a Bielorrusia y después los deje "atrapados" en la frontera con la Unión Europa.

Rusia respalda a su títere

Como era de esperar, el Gobierno de Rusia ha dado su apoyo a Bielorrusia, el último gobierno títere que le queda en Europa. El ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, ha culpado a Occidente de la crisis migratoria en la frontera entre Bielorrusia y Polonia. "Creo que la solución a estos problemas debe radicar en el pleno respeto de los principios del derecho humanitario y, por supuesto, no podemos olvidar dónde está la raíz del problema", ha dicho.

En su opinión, la raíz del problema es la política que los países de la OTAN y la Unión Europea han practicado en relación a Oriente Medio y el norte de África, y el intento de imponer su propia interpretación de los valores democráticos. "No se puede olvidar dónde empezó todo y de quién es la culpa de lo que está ocurriendo ahora. Por eso, la principal responsabilidad del arreglo de la crisis migratoria reside ahora en aquellos que crearon las condiciones para el surgimiento de este problema", ha señalado.

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