La Policía del condado británico de Essex ha confirmado la muerte del diputado conservador David Amess, de 69 años de edad, tras recibir este viernes varias puñaladas durante un encuentro que mantenía con los votantes de su circunscripción en Leigh-on-Sea.
Las fuerzas de seguridad han detenido a un hombre de 25 años, principal sospechoso del asesinato del diputado británico, según el comunicado policial publicado en su cuenta de Twitter.
Cinco años desde un suceso similar
Precisamente antes de un foro similar fue asesinada en junio de 2016 la diputada laborista Jo Cox, de 41 años. El autor del crimen, Thomas Mair, vinculado a la extrema derecha y con problemas mentales, fue condenado a cadena perpetua a finales de ese mismo año.
Cox fue la primera legisladora británica asesinada durante su mandato desde 1990, cuando el conservador Ian Gow murió víctima de un atentado con coche bomba reivindicado por el IRA.
Euroescéptico, provida y defensor de los animales
Amess era uno de los parlamentarios más veteranos de la Cámara de los Comunes, en la que ocupaba un asiento desde 1983. Fallecido con 69 años, representaba a la circunscripción de Southend West por el Partido Conservador. Allí destacó por su postura provida en los debates sobre la legislación del aborto de 1997 y por su temprana defensa pública de la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE).
Antes del referéndum sobre el Brexit de 2016, expresó su preferencia por romper con el bloque comunitario, aún cuando el ala moderada del Partido Conservador y gran parte del establishment político de Londres defendía la permanencia.
Desde entonces, formó parte de la campaña Leave Means Leave ("Salir significa salir"), que durante los años que duraron las negociaciones con Bruselas para definir los términos del Brexit hizo presión para que el Reino Unido abandonara no solo la UE, sino también el mercado comunitario, la unión aduanera y otros estamentos europeos.
En su página web oficial, el diputado tory destacaba que sus principales áreas de interés en la política eran el bienestar animal y las medidas provida. De hecho, uno de los logros durante su carrera política de los que se mostraba más orgulloso era de la aprobación en 1988 de una ley contra la crueldad en el trato a los animales, que exigía a los granjeros que evitaran el "sufrimiento innecesario" de las bestias.
También tuvo un papel relevante en la aprobación en el año 2000 de una legislación contra la pobreza energética, que permitió que el número de hogares que no podían hacer frente a las facturas de energía en el Reino Unido pasara de 5,1 millones en 1996 a 1,2 millones ocho años después.
Conmoción y condena
La clase política británica ha condenado el asesinato de David Amess, mientras desde la Cámara de los Comunes se ha planteado la necesidad de reforzar la seguridad de los ocupantes de los escaños de ambas cámaras, expuestos en esta clase de eventos.
El presidente de la Cámara, Lindsay Hoyle, se ha declarado "consternado y profundamente afectado" por la muerte de un "hombre encantador, devoto de su familia, de la actividad parlamentaria y de su electorado" en Southend West.
Hoyle ha avisado de que este asesinato va a generar "una onda expansiva" por todo el país, y ha pedido que "en los próximos días se discuta la situación de seguridad de los diputados, así como las medidas a tomar" al respecto.
Banderas a media asta
Mientras las banderas del Parlamento han comenzado a ondear a media asta, destacadas personalidades políticas como la ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, también ha ido más allá de las condolencias para recordar que "en una democracia, los políticos deben ser accesibles y estar abiertos al escrutinio, pero nadie merece que le quiten la vida mientras trabaja y representa a sus electores".
Antiguos primeros ministros como John Major o Theresa May han condenado el asesinato de Amess en lo que la exmandataria describió como "un día trágico para la democracia", declaraciones a las que han comenzado a sumarse los miembros del Gobierno británico a la espera de una declaración oficial del primer ministro.
"Tengo el corazón roto", ha lamentado el vice primer ministro británico, Dominic Raab, como también ha manifestado el ministro de Salud, Sajid Javid, quien se ha declarado "devastado" por el ataque.
"Noticias horribles y profundamente impactantes", ha comentado por su parte el líder de la oposición laborista, Keir Starmer. "Mis pensamientos van dirigidos a David, a su familia y a su personal", ha hecho saber en su cuenta de Twitter.