La policía italiana ha puesto en marcha este jueves una operación en Roma y otras cinco ciudades del norte del país con el objetivo de investigar a integrantes de grupos antivacunas que, organizados a través de aplicaciones de mensajería, pretendían llevar a cabo acciones violentas en lugares públicos.
Oscuras intenciones que vienen precedidas de una evidente radicalización en sus posturas. En las últimas semanas, estos grupos —que se autodenominan "No-Vax"— han acometido distintas agresiones y amenazas contra periodistas, científicos y políticos.
"Han mostrado intenciones violentas" que pretendían llevar a cabo "con motivo de manifestaciones públicas", explica la policía en un comunicado.
Las investigaciones se han centrado en el registro de los domicilios y los equipos informáticos de los sospechosos en Roma, Milán, Bérgamo, Reggio Emilia, Padua y Venecia. Incitaban a los demás miembros de un chat de Telegram a realizar acciones violentas en sus provincias de residencia.
Los guerreros de Milán
La policía italiana investiga, entre otros, a ocho cabecillas del grupo de Milán (cinco mujeres y tres hombres), que se autodenominaban "Los guerreros". Pretendían adquirir cuchillos e incluso fabricar explosivos caseros.
Al parecer, querían utilizar los artefactos para provocar disturbios durante distintas protestas que se celebrarán próximamente en todo el país. En particular, en la manifestación "No-Vax" que tendrá lugar en la capital italiana el próximo fin de semana.
Las acciones del grupo, explican los investigadores, irían destinadas a "cambiar o influir en la política gubernamental e institucional en materia de campañas de vacunación". De ahí la importancia de realizar una acción "preventiva".
Aumentan las amenazas y agresiones
Se está produciendo una radicalización de los antivacunas en Italia. En las últimas semanas, los grupos de Telegram que usan para convocar sus protestas se han llenado de amenazas que -en algunos casos- han culminado en agresiones. Así ocurrió con el director del departamento de enfermedades infecciosas en el Hospital San Martino de Génova, Matteo Bassetti, a quien un antivacunas persiguió hasta su casa. "Nos matarás a todos con estas vacunas y te haremos pagar", le espetó mientras le agarraba.
Los periodistas también se encuentran en el punto de mira. Varios profesionales de los medios de comunicación han sido objetivo de acciones violentas registradas a finales del mes pasado. Entre ellas, la que se produjo el 28 de agosto a la reportera de la RAI Antonella Alba y que grabó ella misma. Fue durante una tensa concentración que reunió a alrededor de 3.000 personas en la Piazza del Popolo de Roma, bajo el lema "No Green Pass".
Per loro sono una "giornalista terrorista" mentre io cercavo solo di tornare a casa mia e fare qualche domanda, e invece hanno bloccato il traffico per ore. Grazie alle forze dall'ordine sono ancora tutta intera. #novax #gomblotti #roma pic.twitter.com/2H818IZoJc
— Antonella Alba (@antonellalba) August 28, 2021
Apenas tres días más tarde, el 30 de agosto, un nuevo caso de violencia. Esta vez durante la concentración de representantes sindicales, profesores y otros trabajadores del sector docente, todos ellos antivacunas, ante el ministerio de Educación italiano en Roma. Protestaban contra la obligación del certificado sanitario para las personas que trabajan en centros educativos. Uno de los manifestantes propinó varios puñetazos a Franceso Giovannetti, del diario La Repubblica, por grabar un video de la protesta y los reclamos de sus carteles. "Te cortaré la garganta si no te vas" le dijo previamente, relata el reportero en su periódico. "Conté al menos 4/5 golpes en la cara", añadió. Él también pudo recoger de manera gráfica parte de la agresión.
El 1 de septiembre, día en el que entró en vigor la obligatoriedad de presentar el certificado de vacunación para acceder a escuelas, trenes, aviones y barcos en Italia, amenazaron con bloquear más de 50 estaciones ferroviarias del país. No obstante, la fuerte movilización policial y social hizo que se echarán atrás y las protestas quedaron en nada.
Pero las amenazas no cesan. En un chat llamado "Basta dictadura", con más de 40.000 integrantes, propusieron "asustar un poco al Gobierno" y eso intentan hacer. El ministro de Exteriores, Luigi di Maio, ya ha sido amenazado con frases intimidatorias como "Hace falta plomo" o "Tienes que morir".