El Gobierno de Reino Unido va a reforzar su presencia militar en el Peñón de Gibraltar. Así queda reflejado en la última Revisión Estratégica de Defensa que ha presentado esta misma semana en la Cámara de los Comunes el secretario de Defensa británico, Ben Wallace, y en la que se explican los planes estratégicos para la próxima década de su política de Defensa, incluyendo los recursos y medios asignados para conseguir sus objetivos.
La Armada británica tendrá por primera vez un buque de guerra con base permanente en el Peñón, que llegará, según las previsiones actuales, a finales de este año 2021, y que apoyará al Gibraltar Squadron, compuesto hasta ahora únicamente por dos pequeñas patrulleras (HMS Pursuer y HMS Dasher), tres lanchas rígidas y un total de 26 marineros de la Royal Navy, lo que supone un salto cualitativo y cuantitativo en la militarización de la colonia.
El buque de guerra designado va a ser el HMS Trent es un patrullero de altura de la clase River de tercera generación, cuenta con una tripulación de medio centenar de efectivos y tiene capacidad para transportar un helicóptero medio —opera con un Agusta Westland AW101—. Similar a los BAM (Buques de Acción Marítima) de la Armada española, está diseñado para participar en misiones contra la piratería, el contrabando, la protección de la pesca, la patrulla fronteriza, la lucha contra el terrorismo y la defensa marítima.
El diario The Telegraph dice que la misión de este buque será apoyar las operaciones de la OTAN en el Mediterráneo, trabajar e interactuar con socios del Reino Unido en el norte de África y apoyar las operaciones de lucha contra la piratería en el Golfo de Guinea, frente a las costas de África Occidental, una misión que también vienen realizando desde hace unos años los buques de la Armada española.
El HMS Trent ya estuvo este verano en Gibraltar. La moderna embarcación iba a incorporarse a su primera misión con la OTAN en el Mar Mediterráneo —Sea Guardian— y realizó una primera parada programada en el Peñón. Tras partir para incorporarse a la agrupación naval aliada, sufrió un fallo en un motor tan solo doce horas de navegación, y tuvo que ser remolcado de nuevo al puerto gibraltareño para ser reparado.