Valéry Giscard d'Estaing, que dirigió Francia entre 1974 y 1981, falleció este miércoles a los 94 años a causa del coronavirus. El expresidente francés había sido hospitalizado brevemente en varias ocasiones en los últimos meses.
La Asamblea Nacional, donde proseguían los trabajos nocturnos, suspendió momentáneamente la sesión para guardar un minuto de silencio en homenaje a Giscard.
Muy activo hasta hace unos años, en los últimos tiempos su delicado estado de salud le apartó de los medios de comunicación. Una de sus últimas apariciones públicas fue el 30 de septiembre de 2019 con motivo del funeral por otro expresidente, Jacques Chirac.
Giscard fue elegido con 48 años tras haber llevado a cabo una campaña moderna para la época, pero tras completar los siete años de su mandato fue derrotado por el socialista François Mitterrand. Varias polémicas marcaron su mandato, en particular presuntos casos de corrupción relacionados con África.
D'Estaing ofreció asilo político a la ETA
Si por algo conocemos en España a Giscard d’Estaing fue por su política de agravio contra España al ofrecer derecho de asilo político a los terroristas de ETA. Resultó el precedente en el que se fijó Carod Rovira para el pacto de Perpiñán cuando pactó con ETA que no atentara en Cataluña. Giscard d’Estaing, en un pacto nunca confesado, ofrecía asilo político a los etarras en Francia a cambio de que los asesinos sólo atentaran en España.
Esta posición política tampoco fue comprendida por parte de su gobierno, ya que un ministro de su gabinete Michel Poniatowski, llegó a denunciar los nexos entre ETA y los terroristas de Gadafi. Se filtraron esas informaciones para presionar contra el pacto con ETA, pero el acuerdo se mantuvo.
Intentó volver al Elíseo
Pese a varios intentos de volver al Elíseo, no lo consiguió y se dedicó a su región, Auvernia, que presidió durante años, pero también a Europa, donde encabezó la Convención dedicada a redactar la Constitución Europea a principios de siglo.
Primer presidente no surgido del "gaullismo" tras la Segunda Guerra Mundial, Giscard fue en su momento el jefe del Estado francés más joven y, tras dejar el cargo, una de las voces más escuchadas de la vida política francesa.