Al menos 110 personas han resultado heridas y 270 personas han sido arrestadas en París durante las violentísimas protestas que han sacudido la capital francesa en el día más conflictivo desde el inicio de las concentraciones del colectivo de los "chalecos amarillos", en el que "grupos de alborotadores" infiltrados entre los manifestantes legítimos, según el Ministerio del Interior francés, han quemado vehículos y negocios, y forzado enfrentamientos contra la Policía.
Entre los heridos hay 16 policías, según la Policía de París y el primer ministro francés, Edouard Philippe: "Estamos comprometidos con el diálogo, pero también con el respeto a la ley. Estoy francamente sorprendido por estos ataques a los símbolos de Francia", ha declarado.
A primera hora de la mañana de este sábado, en torno a 5.500 personas comenzaron a rodear el control de seguridad establecido en torno a los Campos Elíseos de París, en el prolegómeno de diversas marchas que han congregado, por tercer fin de semana consecutivo, a más de 30.000 personas en diversos puntos de Francia para protestar por la subida de los carburantes impuesta por el Gobierno francés como parte de su plan futuro de eficiencia energética.
Los enfrentamientos comenzaron en torno a las 09:30 cuando los manifestantes saltaron los controles y se congregaron en la plaza Charles de Gaulle, que rodea el Arco del Triunfo, para cantar el himno francés, La Marsellesa, y exigir la dimisión del presidente del Gobierno, Emmanuel Macron.
El Ministerio del Interior ha acusado a "alborotadores" entremezclados con los "chalecos amarillos" de incendiar parte de los almacenes Grands Boulevards, una sucursal bancaria de LCL y varios negocios, entre ellos una agencia inmobiliaria.
Asimismo, los disturbios han llevado a la evacuación de las conocidas galerías comerciales Lafayette, así como una perfumería de Chanel, en el bulevar Haussman, uno de los núcleos turísticos de la capital, donde se han producido varios saqueos. Casi una decena de vehículos están incendiados en la avenida Kléber.
Varios edificios han sido incendiados durante los disturbios y hay graves daños al mobiliario urbano como marquesinas de autobús o señales de tráfico. Además se han levantado barricadas y dos sindicatos policiales denuncian la sustracción de un fusil de asalto G-36 de un vehículo policial en el centro de la ciudad.
En cuanto a la red de Metro, la televisión BFM TV informa de al menos 19 estaciones cerradas, incluidas Etoile, Campos Elíseos, Ópera y Bastilla.
La alcaldesa de París, Anne Hidalgo ha declarado "una profunda indignación y una gran tristeza por la violencia en el corazón de París". "Son actos inaceptables", ha hecho saber Hidalgo en Twitter. "Nuestro país se enfrenta a una gran crisis. Solo se puede resolver a través del diálogo. Debemos encontrar esta manera tan pronto como sea posible", ha agregado.
Cierre temporal del aeropuerto de Nantes
El aeropuerto de Nantes, en el oeste de Francia, tuvo que cerrar brevemente después de que los manifestantes llegaron a la pista y se produjeran enfrentamientos con la Policía en el centro de la ciudad.
En Tarbes, en el sudoeste de Francia, y Le Puy-en-Velay, en el centro del país, los manifestaciones llegaron a asediar comisarías de Policía. También se produjeron violentos enfrentamientos en Charleville Mézières, en el noreste.
La violencia de las manifestaciones de hoy ha llevado incluso a algunos representantes del movimiento a condenar el comportamiento de los asistentes.
"¿Qué mensaje queremos transmitir los chalecos amarillos hoy? ¿Que prendamos fuego a Francia o encontramos soluciones? Esta violencia es absurda", ha declarado a la televisión BFM Jacline Mouraud, una destacada activista dentro del movimiento.
Referéndum
Desde la derecha, los republicanos han planteado la celebración de un referéndum sobre el impuesto a los carburantes. Su portavoz, Gilles Platret, ha denunciado que "hay otras formas de promover la ecología que asfixiar financieramente a los franceses". "Por eso pedimos que el presidente de la República convoque a un referéndum al pueblo francés para votar el plan de transición ecológica para recabar su opinión soberana sobre el tema", ha argumentado.
Desde la derecha soberanista, el líder de Los Patriotas, el eurodiputado Florian Philippot, ha reclamado desde Twitter "la disolución" de la Asamblea Nacional. El presidente "Emmanuel Macron está buscando los incidentes en París", pero ha argumentado que allí prima el "buen ambiente". "Macron es odiado y el movimiento popular tiene un poder creciente y formidable", ha asegurado.
Mientras, en la izquierda, el dirigente de La Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, subrayaba este viernes que la movilización y sus demandas trascienden la crítica al impuesto al carburante de Macron y destacaba la "coincidencia casi completa" entre estas peticiones y el programa de La Francia Insumisa: subida del salario mínimo, aumento de tramos en el impuesto sobre la renta, progresividad del impuesto de sociedades, renacionalizaciones o cuestionamiento de la deuda externa.