Los líderes de Francia y Alemania han escenificado este sábado su cercanía en los actos de conmemoración del primer centenario del armisticio que puso fin a la Primera Guerra Mundial, un conflicto en el que murieron diez millones de soldados, tres millones franceses y alemanes.
El presidente francés, Emmanuel Macron, y la canciller alemana, Angela Merkel, han permanecido durante unos instantes en silencio, cogidos de la mano uno enfrente del otro durante el acto en recuerdo de la firma del armisticio.
Antes del emotivo momento habían pasado revista a una brigada franco-alemana y después han descubierto una placa de homenaje a la reconciliación y la renovada amistad entre los dos países, antiguos enemigos.
La delegación alemana firmó el Armisticio antes del amanecer del 11 de noviembre de 1918 en un vagón de tren propiedad de uno de los comandantes franceses, Ferdinand Foch, que había sido estacionado en el bosque de Compiegne. Poco después, a las 11:00 horas, la guerra había acabado.
"Europa lleva 73 años en paz. Está en paz porque queremos que lo esté, porque Alemania y Francia quieren paz", ha afirmado Macron ante un grupo de jóvenes franqueado por Merkel. "El mensaje es que si queremos honrar el sacrificio de los soldados que dijeron 'Nunca más', nunca debemos ceder a nuestros más bajos instintos ni ante los intentos de dividirnos", ha añadido.
Los dos mandatarios se han sentado juntos dentro de una reconstrucción del histórico vagón en el que se firmó la paz para examinar un libro de homenaje, firmarlo y darse de nuevo la mano.