La Policía Nacional ha detenido en Sevilla a Ali Akbar Shahghaleh, un iraní de 44 años acusado de matar a puñaladas en plena calle a una mujer alemana de 36. Tras el crimen, la huida de Ali Akbar se convirtió en uno de los temas más candentes en Alemania en una semana marcada por las protestas de la extrema derecha contra la inmigración provocadas por otro asesinato, el de un alemán en Chemnitz cometido por un iraquí y un sirio.
Ali Akbar Shahghaleh fue localizado por agentes españoles en los Jardines de Murillo. Según ha informado la Policía en un comunicado, el sospechoso trató de huir al ver a los policías y se mostró agresivo en el momento del arresto. Los agentes tuvieron que reducirlo cuando hizo ademán de sacar algún objeto de su vestimenta.
El arrestado tenía la orden europea de detención desde el pasado 22 de agosto y era considerado como extremadamente peligroso por las autoridades alemanes, que pidieron a la población evitar "riesgos" si lo veían. El iraní huyó tras matar a una mujer de 36 años, Anna S., en plena calle y ante testigos. Desde hace días, las pistas apuntaban a que podría haber tomado un tren hacia el sur de Europa.
Ali Akbar Shahghaleh se estableció en Alemania en 2001 y adquirió el estatus de refugiado político en 2010, según Bild. El crimen llegó en una semana marcada por protestas y manifestaciones de la ultraderecha en el este del país, alimentada por crímenes protagonizados por extranjeros. Los últimos disturbios se vivieron en la ciudad de Chemnitz, donde fue asesinado un alemán de 35 años durante una pelea y por la que han sido detenidos un sirio y un iraquí de 23 y 22 años. El pasado domingo fueron identificados unos 50 neonazis en una concentración convocada por las redes sociales en las que se llamaba a "demostrar a los extranjeros quién manda aquí" y se produjeron varios altercados en la localidad.
Angela Merkel ha lamentado la "intolerable incitación xenófoba" de los convocantes y ha criticado a la populista AfD por alimentar el clima de crispación.