El terrible atropello ocurrió en un paso de cebra, a las afueras de la ciudad rusa de Sochi: un coche negro invade el carril contrario y termina arrollando al grupo de peatones.
Una institución tan perversa como los campos de concentración para inmigrantes se debe a que todavía no se admite el principio de la libertad de movimientos para toda la Tierra.