Los nuevos datos de la investigación sobre el atentado de Londres desvelan que el ataque que tuvo lugar el pasado sábado en la capital británica podría haber sido aún más trágico de lo que fue. La Policía Metropolitana de Londres ha informado de que los tres autores de los atentados intentaron en un principio alquilar un camión de 7,5 toneladas.
El jefe de la unidad antiterrorista de Scotland Yard, Dean Haydon, asegura que "si hubieran logrado alquilar el camión, las consecuencias del ataque habrían sido mucho peores".
Haydon también ha confirmado que en la parte delantera de la furgoneta encontraron unas trece botellas de líquido inflamable junto con varios encendedores que "iban a ser utilizados como cócteles molotov".
La policía también ha mostrado imágenes de los cuchillos utilizados por los terroristas, que resultan peculiares porque son de cerámica rosa, de unos 30 centímetros y con una empuñadura modificada con cintas de cuero. Haydon ha pedido ayuda ciudadana para que todo aquel que "haya visto antes este tipo de cuchillos o que sepa dónde se han comprado, se ponga en contacto con la policía".
Asimismo, los agentes han manifestado que entre las pertenencias de los atacantes se encontraba un Corán, abierto por una página sobre el martirio. De haber logrado alquilar el camión, el número de víctimas mortales podría haber aumentado significativamente, según Scotland Yard.
A pesar de que el grupo terrorista Estado Islámico ha reclamado la autoría de los atentados, que se saldaron con la muerte de ocho personas, además de los tres terroristas, Haydon ha insistido en que no existen pruebas de que los atacantes recibieran órdenes de tal calibre desde dentro o fuera de Reino Unido.
"No estamos buscando una célula terrorista o una red de mayor envergadura", ha añadido el jefe de la unidad antiterrorista de la Policía de Londres. Los agentes continúan investigando el vínculo entre los atacantes y la naturaleza de su relación.