La ultraderechista Marine Le Pen, que disputará la segunda vuelta de las elecciones presidenciales francesas según las primeras estimaciones de voto, llamó este domingo a "liberar al pueblo francés", ya que, a su juicio, "está en juego la supervivencia de Francia". En un discurso grandilocuente en su feudo electoral de Hénin-Beaumont, en el norte del país, opinó que con su acceso a la segunda ronda, su partido, ha dado el primer paso "para que los franceses lleguen al Elíseo".
En este sentido, Le Pen ha asegurado que "los franceses deben agarrar esta oportunidad única" para terminar con "la globalización salvaje que pone en peligro nuestra civilización". La candidata del Frente Nacional ha afirmado que tras este resultado asume "la responsabilidad inmensa" de cuidar y proteger "la cultura, la prosperidad y la independencia" de su país: "Éste es un acto de orgullo francés, el de un pueblo que levanta la cabeza, seguro de sus valores y confiado en su porvenir".
Sus rivales y los medios de comunicación también han tenido su hueco en el primero de los discursos de Le Pen. La candidata, que hablaba como si fuera 100% seguro que disputará la segunda vuelta aunque hacía poco más de una hora que habían cerrado los colegios electorales, ha dicho que "el sistema" había intentado esconder "el gran debate político", pero que gracias a su elección, éste debate tendrá lugar en los quince días que quedan para la segunda vuelta.
O se continúa por "el camino de la desregulación total, la deslocalización, la inmigración en masa, la libre circulación de terroristas, el reino del dinero" o se escoge "la Francia con fronteras que protegen nuestra identidad". Esta es la disyuntiva ante la que se enfrentarán ahora los franceses, en opinión de Le Pen.