Las reacciones políticas tras las elecciones no se han hecho esperar. En un tono francamente lúgubre, el candidato de Los Republicanos y uno de los grandes derrotados de la noche, François Fillon, reconocía ante sus seguidores allí concentrados la derrota electoral. Sin medias tintas, Fillon hablaba de la citada derrota y los palos en la rueda que habría tenido que sortear durante la campaña (en relación al caso de la contratación de su mujer como asesora, presuntamente de manera ficticia).
Tras reconocer el fracaso de su resultado, elcandidato conservador ha recordado la trayectoria del Frente Nacional, cuya candidata competirá en la segunda vuelta de las elecciones dentro de dos semanas. El extremismo del FN y sus medidas económicas poco serias, como la trayectoria del partido y de su anterior líder Jean Marie Le Pen, han sido algunos de los calificativos y críticas que ha dedicado al partido de extrema derecha. Por último, Fillon proclamaba que su voto a principios de mayo iría a Emmanuel Macron.
Benoit Hamon, por su parte, reconocía que si uno plantea su campaña con ilusión no puede luego sentirse decepcionado con el resultado. Hamon, ampliamente superado por la izquierda por Jean Luc Melenchon, recordaba que un país con una extrema derecha tan fuerte debía plantearse si estaba haciendo algo mal. Finalmente, al igual que François Fillon, el candidato de los socialistas pedía el voto para el centrista Macron.