La primera ministra de Reino Unido, Theresa May, ha confirmado que notificará este mes al Parlamento la activación del artículo 50 del Tratado de Lisboa y ha destacado que será un "momento decisivo" para el país, que encarará un proceso de negociaciones de hasta dos años con la Unión Europea.
"Volveré a esta Cámara antes de que acabe el mes para notificar que he activado formalmente el artículo 50 y comenzado el proceso con el que Reino Unido dejará la Unión Europea", ha asegurado May ante los diputados, unas horas después de que el Parlamento diese la luz verde definitiva a la conocida como ley del 'Brexit'.
Será, según sus propias palabras, "un momento decisivo" que sentará las bases de una "nueva relación" entre Londres y Bruselas. Además, Reino Unido deberá buscar "un nuevo papel en el mundo", si bien May ha subrayado que lo hará de nuevo con el "control" de sus fronteras y sus leyes.
La primera ministra ha afirmado que el 'Brexit' afectará a "todo Reino Unido". "Por eso tenemos que trabajar estrechamente con todas las administraciones, también con el Gobierno escocés, escuchando sus propuestas y reconociendo las áreas comunes, como la protección de los derechos laborales y la seguridad frente al crimen y el terrorismo", ha añadido.
En este sentido, ha advertido de que "no es momento de jugar a la política y crear incertidumbre", en alusión a la propuesta de un segundo referéndum independentista planteada el lunes por la ministra principal escocesa, Nicola Sturgeon.
La frontera irlandesa es el otro gran frente territorial que se ha abierto para May, toda vez que el divorcio entre Reino Unido y la UE amenaza con aumentar los controles entre Irlanda del Norte e Irlanda. May ha dejado claro que no ve "adecuado" un referéndum en el Ulster, después de que el Sinn Féin lo reclamase "cuanto antes".
Tanto escoceses como norirlandeses se agarran al argumento de que en sus respectivos territorios una mayoría de ciudadanos dijo 'no' al 'Brexit'.