El Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB, antiguo KGB) ha afirmado este miércoles que ha desarticulado un grupo de agentes de la inteligencia militar ucranianas que preparaban una serie de atentados en Crimea con el fin de desestabilizar la península. Los atentados terroristas, según el comunicado, "fueron planeados por la Dirección General de Inteligencia del Ministerio de Defensa de Ucrania y tenían como objetivo infraestructuras vitales de la península" de Crimea.
"Los actos terroristas y las acciones de sabotaje", agrega el FSB, "perseguían desestabilizar la situación sociopolítica durante el periodo de campaña y celebración de las elecciones federales y regionales", convocadas para el próximo 18 de septiembre. Un agente de los servicios de seguridad ruso murió durante la detención de los presuntos saboteadores en la madrugada del pasado 7 de agosto, en las proximidades de la ciudad de Armiansk, paso fronterizo entre Crimea y Ucrania.
"En el lugar del enfrentamiento armado fueron hallados 20 artefactos explosivos con una potencia total equivalente a 40 kilos de trilita, detonadores, munición, minas antipersona, granadas y armamento con el que están pertrechadas las unidades especiales de las Fuerzas Armadas de Ucrania", denuncia la nota.
Según el FSB, unidades especiales ucranianas infiltradas en Crimea intentaron romper el cerco ruso y volver a territorio ucraniano, para lo cual contaron con el apoyo de fuego de blindados desde la vecina Ucrania, incidente en el que murió un soldado ruso. La operación especial se saldó con la detención de varios ciudadanos rusos y ucranianos, entre estos últimos Yevgueni Panov, señalado por el FSB como miembro de la inteligencia militar ucraniana y uno de los líderes del grupo desarticulado.
Moscú ha reforzado las medidas de seguridad en la zona fronteriza entre Ucrania y la península, anexionada en marzo de 2014, después de un cuestionado referéndum en el que un 97 por ciento de los votantes apoyó la reunificación con Rusia