Al menos tres personas han muerto en el incendio que mantiene varios frentes abiertos en la capital de la isla de Madeira, Funchal, y que ha provocado el desalojo 1.000 afectados, según informa Efe.
Otra persona permanece desaparecida tras los devastadores fuegos declarados el lunes y que durante la noche del martes avanzaron hasta el centro histórico de Funchal, donde numerosas viviendas han quedado calcinadas.
Las llamas se propagaron en las últimas horas por el efecto del viento y del calor, hasta aproximarse a la histórica Baixa de la capital, donde los efectivos de bomberos y militares, algunos de ellos enviados de Lisboa, trabajan para frenar el avance del fuego, ayudados por los vecinos y numerosos voluntarios.
Funchal, con unos 120.000 habitantes, es una ciudad con una orografía muy escarpada que dificulta las labores de extinción y que en esta época del año acoge a miles de turistas. El aeropuerto de la ciudad, uno de los más transitados de Portugal, ha llegado a cancelar varios vuelos debido al fuerte viento que aviva las llamas. También se han cortado varias carreteras.