Algo más de 1,3 millones de emigrantes solicitaron asilo en la UE -incluyendo Suiza y Noruega- el pasado año, una cifra récord, ya que casi duplica el anterior máximo registrado en 1992, tras la caída del Muro de Berlín (697.000 refugiados), o las 463.000 peticiones alcanzadas en 2002 como consecuencia de la Guerra de Kosovo a finales de los años 90, tal y como señala un estudio elaborado por Pew Research Center.
El crecimiento experimentado en los últimos años ha sido exponencial: 400.000 solicitudes en 2013, unas 600.000 en 2014 y más de 1,3 millones en 2015, lo que supone un aumento interanual del 122%.
Parte de este flujo proviene de Europa del Este, con Kosovo y Albania a la cabeza, pero la mitad de los refugiados registrados el pasado año procedían tan sólo de tres países: Siria, Afganistán e Irak. El recrudecimiento del conflicto bélico que sufre la zona ha supuesto el desplazamiento de cientos de miles de personas.
El número de refugiados procedentes de estos tres países se ha multiplicado por cuatro desde 2013, hasta alcanzar los 378.000 sirios en 2015 (el 29% de los solicitantes de asilo), 193.000 afganos y 127.000 iraquíes.
Alemania es el principal destino
Alemania recibió 442.000 solicitudes en 2015, una cifra récord y casi un tercio del total a nivel europeo. A continuación, le siguen Hungría, con 174.000 (13%), y Suecia, con 156.000 refugiados, más que Francia (71.000) y Reino Unido (39.000) juntos.
En términos relativos, la UE recibió una media de 250 solicitudes por cada 100.000 habitantes. En este caso, Hungría lidera la tabla, con 1.770 solicitantes por cada 100.000 personas, seguida de Suecia (1.600) y Alemania (540). Por el contrario, Francia tan sólo registró 110 solicitudes por cada 100.000 habitantes y Reino Unido 60.
Por último, la tasa de éxito para lograr el estatus de refugiado varía mucho en función del país de origen. Así, por ejemplo, en 2015, casi todos los solicitantes sirios (97%) cuyas solicitudes fueron tramitadas obtuvieron la condición de refugiado, al igual que eritreos e iraquíes, frente al 60-70% de afganos, iraníes y somalíes.