El Papa Francisco ha visitado hoy el campo de concentración de Auschwitz-Birkenau sin intervenciones públicas. Tan sólo ha dejado escrito en el Libro de Honor del campo de concentración: "Señor, ¡ten piedad de tu pueblo! Señor, ¡perdona tanta crueldad!".
El Pontífice se ha convertido así en el tercer Papa en visitar estos campos de concentración. Ha entrado en el campo de concentración a pie, bajo la inscripción que preside el campo "Arbeit macht frei" ("El trabajo os hará libres").
Posteriormente ha accedido a la celda donde estuvo el padre Maximilian Kolbe, religioso polaco que intercambió su vida con la de un padre de familia condenado a muerte en este campo de exterminio, y ha rezado de rodillas durante diez minutos. Francisco ha encendido una lámpara en el llamado 'Muro de la Muerte', donde eran fusilados los prisioneros.
El Papa también ha saludado personalmente a una docena de supervivientes del campo de concentración y a un grupo de 'Justos entre las naciones' (personas no judías que arriesgaron su vida por salvar judíos durante la Segunda Guerra Mundial).