El terrorista suicida de Ansbach juró fidelidad a Estado Islámico en un vídeo

El refugiado sirio de 27 años que se hizo estallar la noche del domingo en un céntrico bar de la localidad alemana de Ansbach (Baviera) tenía en su teléfono móvil y en su ordenador vídeos de contenido yihadista, entre ellos al menos uno en el que juraba lealtad a Estado Islámico, según ha informado en una rueda de prensa para los medios de comunicación el ministro del Interior bávaro, Joachim Herrmann.

El terrorista, cuya identidad no ha trascendido, jura lealtad al líder de la organización terrorista Estado Islámico, Abu Bakr al Baghdadi, y amenaza en árabe con cometer atentados. Las autoridades se han incautado de numerosas pruebas en un registro de la vivienda del autor del atentado y, de esta forma, han podido confirmar la motivación terrorista del incidente. Según Herrman, el atacante pretendía causar más víctimas y no ser el único fallecido.

Entre los materiales incautados figura también material con el que habrían podido fabricarse otras bombas, según informa el periódico alemán Die Welt. Las fuerzas de seguridad no han confirmado de momento que existan otros cómplices, aunque se está investigando si el terrorista montó el artefacto explosivo por sí mismo o contó con ayuda a la hora de fabricarlo. 

Soldado del califato

Una de las agencias de noticias oficiales de Estado Islámico ha emitido un despacho en las últimas horas en la que el grupo terrorista califica de "soldado del califato" al refugiado sirio que se ha hecho explotar en Ansbach al tiempo que afirma que "llevó a cabo la operación en respuesta a los llamamientos a atacar a los países de la coalición que lucha contra el Estado Islámico", según recogen consultas de seguridad e inteligencia como AICS o Site Group.

Hay que recordar que en los últimos meses Estado Islámico ha lanzado el mensaje a sus afines a que dejen de desplazarse hasta países en conflicto como Siria o Irak para unirse a su grupo y se queden en Occidente cometiendo atentado terroristas en los países que residen. Les dan libertad para atentar donde y como consideren oportuno, aunque sí les exige que graben un vídeo jurando fidelidad al califato yihadista.