Pocos días después del homenaje a las víctimas de la tragedia de Germanwings un año después de que ocurriera, los padres de Andreas Lubitz, el piloto que, según al investigación, estrelló el avión en los Alpes, han publicado una esquela que ha irritado a los familiares de los fallecidos.
La esquela, publicada en un periódico local, ha saltado a los medios después de que se hiciera eco el sensacionalista Bild. Los padres y el hermano de Lubitz hablan de un "año de horror" y agradecen el apoyo a todos los que les han ayudado "a asumir nuestra pérdida" tras doce meses de desesperación y "duelo no superado".
También aluden a la pequeña ciudad de Monabaur, al párroco que ofició el funeral y a los asistentes, que cifran en un centenar. "En esta difícil situación, hemos visto cómo mucha gente lo apreciaba. En muchas conversaciones hemos visto con cuánto cariño es recordado Andy".
"Gracias por cada flor en su tumba, cada línea escrita sobre él", dice la esquela, que parece esconder un reproche a las autoridades. Como responsable de las 149 muertes en el avión de Germanwings, el nombre de Lubitz no se escuchó en los homenajes a las víctimas.
La nota, en la que no hay mención alguna a las personas que murieron por la maniobra suicida de Lubitz, termina con la frase: "Hemos perdido a un hombre valiosísimo y encantador".
Algunas de las víctimas se han referido a la esquela con indignación. Los padres de una joven de 24 años que murió ese día dijeron que no podían "expresar con palabras" la ira que sentían tras ver definido a Lubitz como alguien lleno de valores. El padre de otra víctima apuntó que era capaz de entender que necesitaran expresar su dolor pero no el hecho de que no hubieran dedicado "ni una palabra" a las 149 personas a las que su hijo llevó a la muerte.