Alemania vive con estupor e indignación el goteo de denuncias, hasta noventa ya, presentadas por mujeres víctimas de agresiones sexuales y robos durante la Nochevieja en las proximidades de la estación central de trenes de Colonia, donde se encontraban reunidos alrededor de un millar de inmigrantes, que se coordinaron para llevar a cabo estos delitos, además de al menos un violación y un número importante de robos.
La dimensión de lo sucedido ha llevado a reaccionar este martes al ministro alemán de Justicia, Heiko Maas, quien ha exigido aclarar si los hombres se dieron cita en la zona para delinquir y si se trata de "una nueva forma de criminalidad organizada". Ha garantizado que se investigarán los hechos hasta sus últimas consecuencias y ha denunciado tanto a quienes agredieron a las mujeres como a aquellos que, "sin participar activamente, formaron pasillos para que no pudieran huir".
El ministro ha asegurado que el alcohol no será una excusa y ha eludido elucubrar sobre la nacionalidad de los agresores, después de que la policía de Colonia informara el lunes de que, según todos los testimonios, los hombres procedían de la región árabe y el norte de África.
El presidente de la policía en Colonia, Wolfgang Albers, habló de "delitos en una dimensión totalmente nueva", algo "insoportable", cometidos por numerosos grupos de hombres, en torno a mil, que abusaron y agredieron sexualmente a decenas de mujeres. La policía en Colonia ha creado un equipo de investigación para aclarar los hechos y la alcaldesa, Henriette Reker, ha presidido este martes una reunión de crisis con los máximos responsables de las fuerzas de seguridad.
"Es algo absolutamente intolerable y será perseguido con todo el rigor", ha manifestado ante los medios Reker, política independiente que asumió la alcaldía a finales del año pasado, tras recuperarse de la agresión que sufrió en la campaña electoral cuando una persona la acuchilló por defender la acogida de refugiados.
El ministro de Justicia ha pedido no "instrumentalizar" lo ocurrido mezclándolo con la masiva llegada de refugiados al país, llamamiento al que se sumaron otros políticos ante el debate surgido en el país. Como el ministro, la presidenta del estado de Renania del Norte-Westfalia, Hannelore Kraft, ha asegurado que se investigará a todos los posibles implicados con independencia de su origen y apuntó a la posibilidad de expulsar del país a los implicados.
"No toleramos que grupos de hombres norteafricanos se organicen para humillar a mujeres indefensas con descarados ataques sexuales", ha advertido el ministro regional de Interior, Ralf Jäger, al diario regional Express, donde ha apostado por reforzar la presencia policial con fines disuasorios.
Numerosas preguntas sin respuesta rodean la actuación de la policía de Colonia, que el lunes explicó que había agentes en el lugar donde se cometieron los hechos durante la Nochevieja, pero que, con la masificación y el ruido de los fuegos artificiales, no se percataron de lo que estaba sucediendo. La tensión en la ciudad se acentúa ante la proximidad del carnaval, cuando Colonia recibe a cientos de miles de visitantes que se suman a una de las fiestas con más renombre del país.
Tras la alarma desatada por las noticias de Colonia, la policía de Hamburgo (norte del país) ha informado de que también investiga una decena de denuncias por acoso y agresiones sexuales durante la Nochevieja. Los autores, según apuntó la policía, serían también hombres "con rasgos árabes o del sur" y actuaron en grupos de entre cinco y veinte personas. Como en Colonia, las mujeres denunciaron que fueron víctimas de tocamientos tras ser rodeadas por grupos de hombres que después les robaron móviles, dinero y documentación.