La Policía portuguesa ha desvelado el misterio que rodeaba a la muerte de una anciana en Aveiro ocurrida el pasado mes de octubre. La mujer fue hallada muerta en su casa junto a una foto de su marido y un vibrador. La autopsia ha descubierto ahora lo que ocurrió: falleció por asfixia y en su cuerpo se encontraron restos de semen que pertenecen a un vecino suyo, de 49 años. Los indicios apuntan a que la mujer murió durante un juego sexual.
Según el Jornal de Noticias, el hombre, un electricista que vivía en el mismo barrio, mantenía una relación amorosa con la mujer. El individuo, casado y con dos hijos, se había mudado recientemente y ha sido detenido como presunto autor del homicidio.
La autopsia ha probado que la mujer falleció por asfixia y las fuentes del diario cuentan que se inclinan por la posibilidad de que muriera por un juego sexual "fuera de control".
Los agentes siempre sospecharon que en la muerte de la mujer había intervenido una segunda persona, conocida de la víctima, puesto que no había signos de robo. Los vecinos, que no dan crédito a lo ocurrido, afirman que el detenido iba con frecuencia a la vivienda a hacer trabajos de "electricidad".