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Indignación por un cura francés que compara a las víctimas de París con los islamistas

Hervé Benoît, párroco de la basílica lionesa de Fourvière, dice que son "hermanos siameses" y que "amaban al diablo".

El arzobispo de Lyon, Philippe Barbarin, se mostró este martes "consternado" con la publicación de una tribuna, firmada por uno de los curas de su diócesis, que considera a las víctimas y a los autores de los atentados del 13 de noviembre (13-N) en París como "hermanos siameses", informa Efe.

Párroco de la basílica lionesa de Fourvière, una de las más emblemáticas de la ciudad, Hervé Benoît publicó un texto en un blog conservador católico en el que, también estimó que los 130 muertos de los atentados no son nada comparado con los 600 abortos que se hicieron en el país ese mismo día.

"Miren las fotos de los espectadores instantes antes del drama. Esos pobres hijos de la generación 'bobo' (...) son muertos vivientes. Sus asesinos (...) son sus hermanos siameses", escribe el cura en su entrada del pasado viernes.

Asegura que ambos comparten "el mismo desarraigo, la misma amnesia, el mismo infantilismo, la misma incultura" y agrega que "unos visten el maillot del PSG (el equipo de fútbol París Saint Germain) con la publicidad de 'Fly Emirates' mientras que los otros se aprovechan del mismo dinero para comprarse un traje de bombas". "Minutos antes de su muerte, unos y otros estaban colgados de sus 'smartphones' como quien está colgado del seno de su nodriza", agrega.

"Amaban al diablo"

El cura, cuya tribuna se titula "¡Las águilas (desplumadas) de la muerte amaban al diablo!", en una referencia al grupo que tocaba en la sala Bataclan de París la noche de los atentados, Eagles of Death Metal, asegura que "cuando se invoca al diablo en broma, éste te toma en serio". "Un exorcista me lo decía el mismo día de los atentados: 'Si le abres la puerta (al diablo) aprovecha para entrar".

Finalmente, afirma que los componentes de ese grupo, que en sus letras aseguraban venerar a Satán, "no tenían prisa por reunirse con él".

El arzobispo de Lyon consideró estas palabras "muy hirientes e inesperadas de la pluma de un párroco". Barbarin se reunirá con Benoît en los próximos días y reflexionará sobre eventuales sanciones.

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