El presidente alemán, Joachim Gauck, comparó este sábado la llegada de refugiados a Alemania con el reto que fue en 1990 la unificación del país.
En su discurso en la ceremonia de celebración de los 25 años de Alemania unida, Gauck hizo hincapié en que la solución al problema de los refugiados es europea y en la necesidad de combatir las causas de la huida para frenar la llegada de refugiados.
"No podremos mantener nuestra apertura actual si no nos decidimos todos a una seguridad mejor de las fronteras exteriores europeas", dijo Gauck en alusión a la necesidad de dirigir la llegada de inmigrantes. Asimismo el presidente alemán señaló que las posibilidades de Alemania de ayudar "son limitadas".
"Como en 1990 nos espera a todos un reto, que ocupará a generaciones, pero a diferencia con entonces debe crecer junto algo que no estaba unido hasta ahora", dijo Gauck en referencia a los valores europeos.
"Alemania del Este y del Oeste tenían la misma lengua, miraban hacia atrás a la misma cultura y a la misma historia", consideró Gauck. Pero ahora hay grandes distancias que superar en un país que se ha convertido en un país de inmigrantes, al que pertenecen personas de diferentes religiones, color de piel y culturas, añadió el presidente de Alemania.
Gauck defendió la necesidad de que los inmigrantes acepten los valores europeos en el proceso de integración en Alemania, valores que como la libertad, los derechos humanos, el estado de derecho y la democracia tenían gran atractivo en la extinta RDA y en otros países del bloque soviético.
"Aquí la dignidad del ser humano es sagrada y los vínculos religiosos no impiden a las personas cumplir las leyes del estado secular", dijo Gauck, quien recordó que no se cuestiona la igualdad de las mujeres y de los homosexuales.
"Los derechos del individuo no son limitados por normas colectivas, ni por la familia, ni por la etnia, ni por la comunidad religiosa", según Gauck, que procede de la antigua RDA, donde fue pastor protestante.
La canciller, Angela Merkel, cuya popularidad ha caído en Alemania por la crisis de los refugiados, también asistió a este acto en Fráncfort de conmemoración de los 25 años de la Unificación de Alemania. Merkel, hija de un pastor protestante, creció en el este de Alemania porque su padre fue trasladado allí.
El presidente de Hesse (estado donde se encuentra Fráncfort), el cristianodemócrata Volker Bouffier, recibió previamente a Gauck y a Merkel en la iglesia Paulskirche, símbolo de la democracia en Alemania porque en 1848 y 1849 se convirtió en la sede del Parlamento de Fráncfort y fue el primer parlamento elegido públicamente en el país.
Hesse ha preparado entre 400 y 500 actos y actividades en toda la región para celebrar y recordar el Día de la Unidad Alemana ("Tag der Deutschen Einheit"), que es fiesta nacional en Alemania.
Tradicionalmente organiza la ceremonia de celebración de la unificación de Alemania el Estado federado que preside el Bundesrat (Cámara Alta), que este año es Hesse, cuya capital es Wiesbaden.