Los cadáveres de decenas de inmigrantes, entre 20 y 50, -cuyas nacionalidades por el momento se desconocen- se hallaron en un camión abandonado que estaba aparcado en un arcén de la autopista A4 de Austria, entre el lago Neusiedl y la localidad de Parndorf, en el Estado federado de Burgenland, fronterizo con Hungría.
La policía ha lanzado una operación para dar con el conductor del vehículo, del que no se tiene ningún rastro. El vehículo llamó la atención de los agentes porque llevaba varias horas aparcado en el arcén de la autopista.
"Esta tragedia nos ha conmocionado a todos", declaró la ministra del Interior, Johanna Mikl-Leitner, en una rueda de prensa en la ciudad de Eisenstadt. "Los traficantes de personas son criminales", agregó Mikl-Leitner y prometió hacer todo lo posible para dar con los responsables. Por su parte, el jefe de Policía de la provincia de Burgenland, Hans Peter Doskozil, ha explicado en una rueda de prensa que hay "muchas cosas" que indican que los inmigrantes ya estaban muertos a su llegada a territorio austríaco.
Crisis migratoria en Europa
Los conflictos que viven países como Siria, Irak o Afganistán están desatando una gigantesca ola migratoria sobre la Unión Europea (UE) que cada día parece crecer y que está sometiendo a una gran presión a países como Grecia, Serbia, Macedonia o Hungría.
El mejor ejemplo es el nuevo récord que ha establecido la policía húngara este miércoles, día en el que interceptó a 3.241 personas, entre ellos 700 menores, que habían cruzado de forma ilegal la frontera desde Serbia. Es el mayor número de entradas al país en un solo día, según la información de las fuerzas de seguridad de la que se hace eco Efe.
Este elevado número se debe a que los 7.000 refugiados que el pasado fin de semana pasaron desde Macedonia a Serbia han llegado ya a la frontera húngara. Más de 130.000 son los refugiados que han entrado en Hungría en lo que va de año, aunque en su gran mayoría abandonan el país a los pocos días y siguen rumbo a Estados más ricos de la UE, como Alemania, Austria y los países escandinavos.
Mientras, el Gobierno de Budapest, que finaliza la instalación de una valla de 175 kilómetros a lo largo de su frontera con Serbia, anunció este miércoles que movilizará a más de 2.000 policías para reforzar la defensa de sus fronteras y también se plantea utilizar al Ejército.
Serbia y Macedonia piden ayuda
Austria acoge este jueves una cumbre regional de los Balcanes, centrada en la crisis de los refugiados y a la que asistirán, entre otros líderes, la canciller alemana, Angela Merkel. Un encuentro en el que Serbia y Macedonia han exigido más ayudas y un plan concertado de la UE para poder gestionar la crisis humanitaria causada por la ola de refugiados que pasan por esos países para llegar a Europa Occidental.
"Esto es un problema de la UE, pero nos exigen a nosotros un plan de acción. Sin embargo, antes que eso, la UE misma debería tener un plan", señaló en rueda de prensa antes del comienzo de la cumbre el ministro serbio de Exteriores, Ivica Dacic.
"A menos que encontremos una respuesta europea, no deberíamos tener la ilusión de que esto pueda ser resuelto", agregó su homólogo macedonio, Nikola Poposki, quien destacó que su país recibe cada día unas 3.000 personas que llegan desde Grecia, un país miembro de la Unión.
Italia: 20.000 inmigrantes más en septiembre
El problema de la inmigración masiva también está afectando seriamente a Italia, cuyo Ministerio del Interior italiano prevé la llegada de otros 20.000 inmigrantes por el Mediterráneo en el próximo mes de septiembre y que se sumarán a los más de 111.000 que han desembarcado en lo que va de año.
Según los datos publicados este jueves por los medios de comunicación, de estos el mayor número son refugiados eritreos (29.019), nigerianos (13.788), somalíes (8.559), sudaneses (6.745) y sirios (6.324), por lo que la mayoría de ellos tienen derecho a alguna forma de protección internacional.
Dichos medios explican que ante las continuas y masivas llegadas de refugiados -sólo este miércoles fueron rescatados 3.000-, el Ministerio del Interior está pensando en abrir antiguas cárceles o áreas industriales abandonadas para dar acogida a estas personas, ya que los centros previstos comienzan a estar más que abarrotados, con un sistema de acogida está a punto de colapsar pues actualmente acoge a 93.608 refugiados.