Una caricatura de Mahoma que lo representaba con un cuerpo de perro llevó al ilustrador sueco Lars Vilks, de 68 años, a sufrir amenazas de grupos islamistas y las críticas de varios países. La viñeta fue publicada el 27 de agosto de 2007 en un diario sueco, Nerikes Allehanda, después de ser rechazada en varias galerías.
Nada más publicarse la caricatura, Vilks fue objeto de críticas de países como Pakistán e Irán y después se convirtió en objetivo terrorista: los islamistas llegaron a ofrecer una recompensa de 100.000 dólares para quien lo matara y 50.000 por el director del diario.
El ilustrador, con protección policial desde entonces, ha sufrido otros ataques: dos hermanos fueron condenados en 2010 por incendiar su vivienda en el sur de Suecia y otras tres personas fueron acusadas de planear un atentado contra él en la Bienal de Arte de Gotemburgo.