El presidente de Francia, François Hollande, rindió este martes homenaje a los tres policías asesinados la semana pasada en los atentados de París, de los que dijo que murieron "con valentía y dignidad" en el cumplimiento de su trabajo.
Ahmed Merabet, Franck Brinsolaro y Clarissa Jean-Philippe "compartían la voluntad de proteger a sus conciudadanos y tenían un ideal, el de servir a la República", afirmó desde el patio central de la Prefectura de Policía de París. Hollande, acompañado entre otros por el primer ministro, Manuel Valls, y por los titulares de Defensa, Jean-Yves Le Drian, Exteriores, Laurent Fabius, o Interior, Bernard Cazeneuve, destacó que los agentes "cayeron como mártires".
Merabet y Brinsolaro murieron el pasado miércoles, cuando los hermanos Saïd y Chérif Kouachi asaltaron la sede en París de la revista satírica Charlie Hebdo, en la que mataron a otras diez personas, incluido el director del semanario, Stéphane Charbonnier, Charb. Un día después, Jean-Philippe fue asesinada en el sur de la capital francesa por Amedy Coulibaly, el terrorista que secuestró el viernes a más de una decena de rehenes en un supermercado judío y que mató a cuatro de esos rehenes antes de ser abatido por las fuerzas del orden.
Los asesinos, en palabras de Hollande, "no tenían ni color ni religión", sino que estaban movidos por "el odio, un odio que detesta lo que Francia representa, la diversidad, el pluralismo, el laicismo, un ideal de paz".
Los tres policías, según Hollande, murieron para que el resto de la ciudadanía pueda vivir libre, y todo el país, en las masivas manifestaciones que recorrieron Francia el domingo, que agruparon a más de 3,7 millones de personas, mostró su solidaridad con las víctimas y "su fuerza ante los fanáticos".
"Si Francia está hoy de pie hoy es porque cayeron policías", dijo el presidente, que recalcó que se debe seguir actuando bajo los principios de firmeza, sangre fría y unidad, contra los actos antisemitas y antimusulmanes, la apología del terrorismo y quienes van a Siria o Irak a hacer la yihad (guerra santa).
La amenaza terrorista, en sus palabras, persiste, "a veces lejos de nosotros, más allá de nuestras fronteras, y entonces son nuestros soldados quienes se baten para minimizarla, o en el interior, ante lo que debemos redoblar nuestra vigilancia, algo que ya se ha hecho".
Con eso hizo referencia a la decisión tomada este lunes de movilizar a partir de este martes a 10.000 militares, para proteger "puntos sensibles" del territorio nacional, como mezquitas, sinagogas o colegios judíos.
La ceremonia en París se celebró de forma simultánea al inicio en Jerusalén del entierro de las cuatro últimas víctimas mortales en el supermercado judío, cuyos restos llegaron antes del amanecer al aeropuerto de Ben Gurión, cerca de Tel Aviv, y al que acudió la ministra francesa de Ecología, Ségolène Royal.