En una jornada marcada por los recuerdos y los testimonios de aquellos que vivieron separados por los bloques de hormigón, han sido las palabras Angela Merkel las que resumen a la perfección el sentimiento de una nación: "La caída del Muro de Berlín nos demuestra que los sueños pueden hacerse realidad y que nada tiene por qué seguir como estaba, sin importar cuán altas sean las vallas".
La canciller alemana ha comparecido durante el acto central del día, queriendo reflexionar que lo que sucedió hace 25 años en Berlín, puede aplicarse a situaciones que se están viviendo hoy día en lugares como Siria o Ucrania, "la caída del Muro de Berlín demuestra que tenemos el poder de elegir nuestro destino y de hacer que las cosas sean mejores".
Merkel también ha querido mirar al futuro, expresando que el 9 de noviembre de 1989 "fue una victoria de la libertad sobre la esclavitud, y un mensaje de fe para hoy y para las futuras generaciones que pueden seguir derribando muros, los muros de las dictaduras, de la violencia y de las ideologías".
No obstante, si la canciller ha mirado hacía delante, tampoco ha podido evitar echar la mirada atrás y señalar que la presente jornada no es solamente un día de celebraciones. Merkel se ha referido a la trágica noche conocida como 'la noche de los cristales rotos', que también sucedió un 9 de noviembre, pero de 1938, y en la que agentes del régimen Nazi arrasaron sinagogas, comercios y locales judíos por todo el país, y mandaron a más de un millar de judíos a diversos campos de concentración.
"Fue también un día de vergüenza y desgracia, así que en este 25º aniversario de la caída del Muro de Berlín, no solo siento alegría por ese 9 de noviembre de 1989, sino también la responsabilidad de la historia alemana", ha afirmado la canciller.
A lo largo del día se desarrollaran diferentes actos y exposiciones en las que participaran todo tipo de celebridades. Sin embargo, el punto fuerte de la jornada llegará alrededor de las 21.00 hora local. Para recrear simbólicamente la caída del muro, se derribará un entramado de más de 7.000 globos luminosos emplazados en el mismo trazado que seguía la barricada que dividió el país durante 28 años.