El presidente de EEUU, Barack Obama, se ha referido al avión estrellado en Ucrania. Sin querer entrar en lo ocurrido, Obama lo ha calificado de "terrible tragedia" y ha dicho que la "primera prioridad" es saber "si hay ciudadanos americanos entre las víctimas".
En un discurso desde Delaware, Obama también ofreció asistencia estadounidense para "determinar qué pasó y por qué" en el suceso.
Antes de sus declaraciones públicas, Obama ha recibido una llamada del presidente de Rusia, Vladímir Putin, para informarle del accidente.
Putin recibió la información sobre la catástrofe justo antes de mantener una conversación telefónica con el líder norteamericano, según informó el Kremlin en un comunicado. Según informó la emisora rusa Eco de Moscú en Twitter, en el Boeing-777 viajaban 23 ciudadanos norteamericanos.
A su vez, Putin expresó sus más profundas condolencias al primer ministro malasio y le pidió que transmitiera su más hondo pesar a los familiares de las víctimas del siniestro.
Mientras, el presidente de Ucrania, Petró Poroshenko, ha afirmado con contundencia que la caída del avión Boeing 777 malasio con 295 personas fue un acto terrorista, informó su jefe de prensa, Sviatoslav Tsegolko.
"Esto no es un incidente ni es una catástrofe, sino un acto terrorista", indicó Petró Poroshenko.