La guerra que emprendieron los nacionalistas en el Parlamento Europeo para vetar la entrada de UPyD y Ciudadanos en la familia política de los liberales (ALDE por sus siglas en inglés) no sólo fracasó por no conseguir el fin perseguido, sino que, además, se ha vuelto en su contra.
Los ataques dialécticos utilizados entonces por el eurodiputado de Convergencia, reacio a compartir "su" familia en Europa con quienes son sus enemigos naturales en casa, no han gustado en el seno de su grupo parlamentario, cuyo presidente, tras semanas tratando de templar gaitas entre "hermanos" políticos y haciendo guiños a uno y otro lado según conviniera, ha enviado una carta al eurodiputado de Ciudadanos (C's) Javier Nart rechazando el dossier envenenado que el convergente Ramón Tremosa le hizo llegar y que el propio aludido ha califica de "campaña obscena" en varias ocasiones. Por eso, propondrá a la presidencia del grupo que, en su primera reunión la semana que viene, declare "la incorrección del dossier" enviado por Tremosa y que exprese su "solidaridad" con Nart.
Además, Guy Verhofstadt ha informado en su misiva a Nart de que Tremosa ha pedido disculpas, retirado y admitido que fue "desafortunado" emplear el término "terrorista" dirigido al diputado de C's.
Por su parte, Nart, que considera su pertenencia al grupo ALDE como una evidencia de "que el futuro de las relaciones internacionales independentistas es un fracaso absoluto", anunció hace semanas que emprendería acciones legales contra su colega en Bruselas Ramón Tremosa.
Los miembros españoles de ALDE (dos nacionalistas y seis defensores de la Constitución sumando los de UPyD y C's) han estado bajo la lupa mediática en este arranque de legislatura a cuenta de la manifiesta imposibilidad de dichas formaciones para convivir bajo el mismo paraguas político. Convergencia luchó hasta el final, calumnias de por medio, por vetar la entrada de dos formaciones cuya presencia en el grupo dificultará que éste se convierta, como hasta ahora lo fue en cierto modo, en juguete europeo de Artur Mas y foro donde el presidente de la Generalidad, por ejemplo, presumía de "Catalan Empire".