El desembarco de nuevos partidos, así como el auge de fuerzas a ambos extremos del hemiciclo o el nuevo impulso de populismos y antieuropeísmo que trajeron los últimos resultados electorales obligarán a fortalecer la tradicional pinza parlamentaria de populares y socialdemócratas en Europa. Prueba del entendimiento al que están abocados ambos grupos políticos en esta octava legislatura del Parlamento Europeo ha sido el amplio consenso y la total ausencia de sorpresas a la hora de elegir al socialista alemán Martin Schulz como próximo presidente de la Eurocámara.
Aunque, por pura aritmética parlamentaria, no tenían ninguna opción real de ser elegidos, otros tres candidatos optaban al puesto. Entre ellos, el líder de Podemos, Pablo Iglesias, era la apuesta de la Izquierda, por lo que, tras su larguísimo discurso de presentación, recibió el respaldo de 51 eurodiputados. Junto a él, se postulaban también el conservador británico, Sajjad Karim, y la representante de Los Verdes, la austriaca Ulrike Lunacek.
La Presidencia de la Eurocámara será uno de los pasteles que se repartirán en turnos de dos años y medio, como viene haciéndose en las últimas legislaturas, las dos principales fuerzas políticas europeas, populares y socialistas, que se alternarán en el puesto. Pero los nombramientos son muchos más, y en los próximos días, se despejarán más incógnitas. En ese sentido, el PP español, que lleva meses instalado en el mensaje de que "España ha vuelto a la primera división en Europa", aspira a presidir alguna comisión parlamentaria o a ocupar alguna de las portavocías de mayor proyección.
En este arranque de legislatura también se disputa el puesto de los 14 vicepresidentes de la cámara, entre los que el PP querría colocar al ex presidente de la Región de Murcia, el popular Ramón Luis Valcárcel. Hasta ahora, dos españoles -Alejo Vidal-Quadras y el socialista Miguel Ángel Martínez- habían ocupado esos sillones. Pero la debacle socialista en las urnas imposibilitó que la jefa de filas de los socialistas españoles, Elena Valenciano, pudiera aspirar al puesto. Valenciano, de regreso a una cámara en la que ya ocupó escaño entre 2004 y 2009, podría convertirse en presidenta de la Comisión de Igualdad.
Martin Schulz presidirá la Eurocámara hasta enero de 2017 después de haberlo hecho en el último tramo de la pasada legislatura. Aunque el alemán aspiraba a colocarse al frente del Ejecutivo comunitario, la victoria de los populares en las urnas dio al traste con las ambiciones del ex librero al que, cuenta el anecdotario parlamentario, hizo famoso el mismísimo Silvio Berlusconi. En pleno arranque de la presidencia italiana en 2003, il Cavaliere comparó al alemán con el jefe de un campo de concentración nazi. A parte de las duras críticas que recibió por ello el entonces primer ministro Berlusconi, la fama del entonces anónimo diputado Schultz, y su característica vehemencia en el discurso, creció a raíz del incidente.