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El PSOE promueve en Bruselas el veto como comisario al "machista" Cañete

Si el nombre del candidato popular es propuesto para ocupar el cargo de comisario, los eurodiputados tendrían la última palabra.

El ruido mediático que los socialistas insisten en mantener en torno a las desafortunadas declaraciones del candidato popular hace presagiar una activa campaña por parte de Elena Valenciano cuando, convertida ya en jefa de la delegación socialista en el Parlamento Europeo el próximo mes de julio, tratará de erosionar la figura de Miguel Arias Cañete y boicotear su posible destino en la Comisión Europea.

En el Parlamento Europeo nadie duda de que, una vez tome posesión como eurodiputada, Valenciano pondrá toda la carne en el asador para dificultar la carrera europea del candidato Miguel Arias Cañete, al que, desde mucho antes de hacerse pública su candidatura, se le presupone un destino en los altos despachos de la Comisión Europea. Ya como candidata, la número uno de los socialistas ha llamado a sus colegas europeos a movilizarse y preparar un pronunciamiento de condena contra las controvertidas palabras de Cañete.

Materia de examen

No será hasta otoño cuando, con el nuevo presidente de la Comisión Europea en su sillón, y tras el pulso de los Gobiernos por ganar posiciones en el ajedrez institucional, se conozcan los nombres de los candidatos a comisario. Pero si entonces, como hasta ahora venía dándose por hecho, el asiento español en el Ejecutivo comunitario se destina finalmente a Miguel Arias Cañete, el candidato a comisario tendrá que vérselas con su pasado y dar cuenta de su metedura de pata en una mañana electoral de mayo.

En los exámenes a los que los eurodiputados someten a los candidatos hay siempre ciertas dosis de búsqueda de trapos sucios. Los grupos políticos en la Eurocámara bucean en pasados turbios o resbalones ideológicos para aprovechar toda la enjundia de tres horas de interrogatorio a los candidatos. A los exámenes, dichos candidatos llegan después de haber presentado su declaración de intereses económicos y de haber respondido a un formulario escrito relacionado con sus respectivos ámbitos de responsabilidad y cuyas respuestas calientan el terreno para las audiencias.

Para el día en que Miguel Arias Cañete pise la comisión parlamentaria responsable de la cartera a la que eventualmente le destine el Gobierno –pongamos como ejemplo la de Agricultura-, además de sesudas respuestas escritas sobre la PAC o las subvenciones agrarias, los diputados socialistas tendrán sobre su mesa también la célebre entrevista de Cañete, además de información sobre sus empresas o cualquier dato que pudiera servir como artillería contra el examinado. "Cuenta con ello", asegura a LD un veterano funcionario del Parlamento que ha visto a muchos candidatos a comisarios contra las cuerdas. Sin ir más lejos, trataron de tumbar a Loyola de Palacio a cuenta de unas subvenciones al lino. "Los socialistas se encargan de redactar las preguntas a los eurodiputados extranjeros para asegurarse de que acorralen al candidato", recuerda la misma fuente, que, sin embargo, les ha visto siempre votar a favor de los comisarios españoles. "Primero la lían –interpreta-, pero luego votan a favor porque no tienen más remedio".

Mucho más reciente es el caso del actual comisario de Salud y Protección del Consumidor, Tonio Börg, al que los socialistas trataron de negar su idoneidad para el cargo apoyándose en su postura contra el matrimonio homosexual o el divorcio, pese a ser temas ajenos a la cartera a la que aspiraba.

El nombre de Roco Buttiglione, célebre "cateado" por el Parlamento por su visión sobre el papel de la mujer en la familia y por referirse a la homosexualidad como "un pecado", es mencionado estos días como ejemplo de lo que podría acabar sucediéndole a Cañete diez años después de que el italiano no recibiera la luz verde de la Eurocámara para incorporarse al equipo de Durao Barroso. Sin embargo, la comparación es difícilmente sostenible, pues Buttiglione hizo sus declaraciones ante los propios eurodiputados, algo que se entiende no haría un candidato como Cañete, avisado ya de que el foco estará sobre cada una de sus expresiones y, se entiende, escarmentado por el desliz en plena campaña.

La sucesora de Cañete, hoy ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, aseguraba apasionadamente que "sería muy triste" acabar con la carrera de su mentor por unas cuantas frases que atribuyó al cansancio. "El movimiento se demuestra andando", argumentaba una alumna aventajada de un Cañete del que aseguró haber recibido un gran respeto como profesional.

En todo caso, Valenciano se prepara para sacarle jugo al tropezón pre electoral más rentable, pese a que, según malician en el Parlamento Europeo, "allí ella ya tiene su propia reputación" después de casi una década como eurodiputada.

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